A raíz del alboroto causado por la filtración del informe sobre medios de comunicación se ha sabido que una serie de empresas privadas del sector reciben subvenciones públicas. Algunas de estas empresas temen que estén en peligro las ayudas que les vienen de la Generalitat y han reaccionado dando por hecho que la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió (CCRTV) y el gobierno quieren favorecer otros grupos empresariales de comunicación, como ahora Sogecable, a través de un acuerdo de coproducción de audiovisuales, hecho para compensar una deuda que se arrastra de la gestión de anteriores direcciones y del antiguo gobierno.
En definitiva, TVC y las empresas de la Corporació estamos en medio de una feroz guerra mediática y política. El Presidente Maragall anunció en el Parlament que se retirarían progresivamente las subvenciones a los medios privados, y dijo por sorpresa que TV3 y Catalunya Ràdio reducirían la publicidad y lo reiteró durante una entrevista en el programa la Columna. Esto significaría ceder los ingresos de publicidad a empresas de televisión de ámbito estatal y pondría en peligro la televisión pública que, hoy por hoy, no dispone de una financiación estable. El mismo director general de la CCRTV, Joan Majó, en una entrevista publicada en los periódicos reclamaba un modelo de financiación estable y se quejaba que la Generalitat había incumplido el contrato programa obligando a la CCRTV a un nuevo endeudamiento financiero.
El comité de empresa se ha reunido con carácter de urgencia con el director de TVC, Paco Escribano, y está prevista una reunión con Joan Majó la semana próxima. A la reunión con Escribano, el comité ha reclamado una aclaración pública por parte de la dirección sobre cual es el modelo de futuro y cual debe ser su financiación. Debe negociarse el nuevo contrato-programa, debe dar a conocer el organigrama de TVC, debe poner en marcha ya de manera definitiva el canal 3/24 y consolidar los nuevos puestos de trabajo creados. Televisió de Catalunya presta un servicio público de calidad contrastada y con un alto nivel de productividad que debe mantenerse.
Sant Joan Despí, 13 de mayo de 2004