Siempre es una buena noticia que se abran corresponsalías y se amplíe la cobertura del territorio, pero no estamos de acuerdo con la manera como se ha hecho esta vez, con una sola persona para dos medios. Creemos que repercutirá negativamente en la calidad de la información y en la posibilidad de hacer trabajo de campo y reportajes de proximidad. Corremos el riesgo de reducir la presencia en el extranjero a un periodista haciendo el papel de «busto parlante».

Además, no se han tenido en cuenta los medios técnicos ni humanos necesarios -como OPIs y productores- para hacer una información de la calidad que siempre se ha exigido en TV3 y Catalunya Radio; unos recursos humanos que deberían aligerar la carga de trabajo del corresponsal.

La delegación unificada de París se puso en marcha como una prueba piloto. Lamentamos que, ahora, el modelo de corresponsalías unificadas se extienda sin haber tenido en cuenta esta experiencia y los problemas que se han generado. Las soluciones que la dirección aporta para estos problemas son las mismas que entonces -enviar un refuerzo cuando la actualidad lo requiera y una lista de prioridades- y no se han aplicado cuando ha hecho falta.

Es un error querer dar una imagen de crecimiento, un mensaje positivo, sin dotarlo de los medios adecuados para garantizar el servicio público y una información de calidad.

17 de septiembre de 2014