El Consejo Profesional de Catalunya Ràdio rechaza de forma contundente y sin paliativos el anuncio de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) de unificar las corresponsalías de Londres, Berlín, Moscú, Pekín, Jerusalén y Buenos Aires. Lo consideramos una decisión errónea, tomada sin el más mínimo criterio periodístico y que afectará muchísimo al modelo radiofónico.
Antes que nada, queremos dejar clarísimo, para que no se nos malinterprete, la altísima profesionalidad del único periodista que hasta hoy ha asumido una corresponsalía unificada. Desde París, Joan Carles Peris está haciendo todo lo posible para tener presencia y hacer el trabajo con rigor y profesionalidad, tanto en las piezas de TV3 cómo en las de Catalunya Ràdio. Lo está haciendo de forma excelente, pero obviamente no llega a todas partes. Sólo en Catalunya Ràdio ya hay muchas ventanas (Informativos, Deportes, Programas) para llenar y desgraciadamente su presencia es mucho menor de la que hasta ahora han tenido históricamente los corresponsales de plantilla en plazas tan importantes como París. Y más teniendo en cuenta que los jefes de sección se autolimitan a la hora de pedir temas. Y insistimos, él, como harán ahora el resto, hace todo lo que puede y más.
Se ha traspasado una línea roja
Meses atrás ya dejamos claro que la unificación de corresponsalías era una línea roja expresada tanto por directores de Informativos, como por responsables de Internacional, como por corresponsales que pisan o han pisado el terreno y que saben mejor que nadie las necesidades, especificidades y tiempo material que necesitan para informar a través de medios bastante distintos cómo son una tele o una radio.
Mantener el modelo actual en Washington y Bruselas clama al cielo, pero subvalorar el volumen de información y la necesidad de tener una persona por cada medio en lugares como París, Londres o Berlín, y podríamos continuar, es no entender en que consiste la profesión y unos medios públicos potentes.
Dicen que quieren racionalizar los recursos. Y tanto que sí, pero que esto no implique eliminar un 50% o más de todas las intervenciones que hace un corresponsal único de Catalunya Ràdio.
Los corresponsales actuales en Berlín, Moscú, Pekín y Jerusalén: gente de la casa
Cuando el año pasado la CCMA despidió (o finalizar la relación profesional, como se quiera decir) todos los llamados corresponsales de territorio en un pretendido cambio de modelo para ir a mejor, fue uno de los días más tristes que recordamos en esta casa. Entonces, desde la dirección nos dijeron que no eran gente de la casa. No entraremos en cuestiones jurídicas o contractuales, pero por nosotros lo eran.
Este julio, en una comparecencia del Consejo Profesional de CR en el Parlament por la reforma de la ley del audiovisual, expusimos aquella decisión y también lo que se había empezado a hacer con París. Desde CiU nos respondieron de nuevo que aquellos periodistas no eran gente de la casa. Una afirmación que evidentemente rebatimos. Y en el supuesto de que nos ocupa, Gemma Terés, Iris Mir, Natàlia Boronat y Anna Garcia también son gente de la casa. Cortar su relación con la radio, de manera repentina, y no darles ningún margen de maniobra o una alternativa real, es hacer mucho daño a profesionales que, en algunos casos, dependen de este sueldo.
A partir de ahora, qué?
Expuesto todo esto, exigimos la garantía que en caso de que la actualidad lo requiera, estas corresponsalías se reforzarán como es debido. Desde el inicio del nuevo modelo en París, en el mes de marzo, esto sólo ha pasado una sola vez, por las elecciones municipales en Francia, y en otras ocasiones se ha evidenciado que era más que necesario.
Exigimos transparencia y convocatorias públicas en el proceso de selección de corresponsales, tanto en el caso de Moscú cómo en sustituciones futuras al resto de plazas. Los profesionales de Tv3 y los de Catalunya Ràdio tienen que tener las mismas oportunidades.
Al mismo tiempo, pediremos una reunión con el presidente de la CCMA, Brauli Duart, para aclarar los detalles de todos estos cambios, para denunciar que se hayan tomado de forma tan extensiva y para preguntar, visto el cambio de modelo, que pasará, por ejemplo, con las delegaciones territoriales.
Desde la dirección se nos pedirá que no dramatizamos, que seamos optimistas, que sumamos y que no restamos, que pensamos en el proyecto global de Corporación. Pues bien, que nadie tenga ninguna duda que si hay alguien que piense en la racionalización de recursos, que si hay alguien implicado con TV3 y Catalunya Ràdio, este alguien son sus trabajadores. Desde hace más de 30 años. Y muchos, cada vez más, tenemos la sensación que se está desmontando un modelo informativo que siempre ha funcionado con éxito.
Barcelona, 17 de septiembre del 2014