La FeSP hace un llamamiento a todos los profesionales para que se organicen contra la precariedad y la desinformación
Después de un año pésimo para los trabajadores de los medios de comunicación, con varios miles de despidos, 2011 ha comenzado con una decisión lamentable para el derecho a la información de la ciudadanía: en CNN+ había un grupo de profesionales que ofrecían información durante las 24 horas del día y ahora se emite un burdo reality show, Gran Hermano, fiel reflejo de que algunas empresas prefieren ofrecer telebasura para buscar audiencia en vez de hacer una televisión de calidad. Silvio Berlusconi, primer ministro de Italia y dueño de Telecinco, ha optado por una fórmula que tiene un coste cero, aunque con ella vulnera el derecho a la información y el pluralismo.
La única posibilidad de evitar estas aberraciones empresariales es que los trabajadores de la comunicación, organizados dentro de las empresas, defendamos nuestros puestos de trabajo y el derecho a la información de la ciudadanía.
El drástico cambio implantado en CNN+ supone, además, que 200 trabajadores están amenazados de despidos, pero no se encuentran entre ellos los máximos responsables del desaguisado, Juan Luis Cebrián y Manuel Polanco, ahora recolocados en el Consejo de Administración de Tele 5.
La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) denuncia que esto es una prueba de que a algunos empresarios les importa cada vez menos el derecho a la información de la ciudadanía y pretenden exclusivamente ganar dinero, incluso vulnerando las normas deontológicas más elementales de la profesión periodística.
Lo ocurrido demuestra que Ley General de la Comunicación Audiovisual vigente, que permite la venta de licencias entre distintas empresas, destroza los criterios de concesión de las mismas y el necesario pluralismo ideológico en los medios.
Además, permite emitir durante las 24 horas una programación no apta para el horario infantil protegido, y también hace posible una concentración de medios siempre peligrosa para la información plural.
Mientras tanto, el Gobierno continúa sin crear la escuálida entidad reguladora del sector audiovisual –a la que remiten la Ley de RTVE y la Ley General de la Comunicación Audiovisual–, el organismo que debería responder a tantos atentados contra derechos ciudadanos.
Este problema no se va a resolver con encuentros banales con los propietarios de los medios, que sólo buscan ayudas para su negocio, ni tampoco con simples declaraciones de preocupación por los periodistas.
La única posibilidad de evitar estas aberraciones empresariales es que los trabajadores de la comunicación, organizados dentro de las empresas, defendamos nuestros puestos de trabajo y el derecho a la información de la ciudadanía.
La Federación de Sindicatos de Periodistas hace un llamamiento a todos los trabajadores del sector para que participen en la lucha contra la precariedad laboral y profesional, como la única manera de dignificar los medios de comunicación y de que éstos recuperen la confianza perdida de la sociedad. Los periodistas debemos participar en las elecciones sindicales, formando parte de las candidaturas que defienden estos principios e impulsando estatutos de redacción.
La peor reacción ante esta situación es la resignación y el deseo de que la próxima bofetada de la crisis no nos pille a nosotros.
¡Defendamos nuestro puesto de trabajo, defendamos la información!
Junta Ejecutiva Federal de la FeSP
13 de enero de 2011