Entrevista publicada por el periódico digital elsingulardigital.cat el viernes 23 de marzo de 2007

Dardo Gómez es el presidente del Sindicat de Periodists de Catalunya (SPC). Actualmente es colaborador fijo en publicaciones especializadas en impresión digital y comentarista semanal en el programa Más que palabras, de Radio Euskadi. Ha trabajado también en el Grupo Zeta, Actual y en El Correo Catalán.

¿Qué valoración hace el Sindicato del caso Bolaño?
La valoración es negativa. Volamos tener una visión muy amplia. El caso *Bolaño es el caso de las amenazas y ha habido mucho ruido. A pesar de todo, s’debe decir que los periodistas reciben presiones y amenazas de todos los poderes públicos y políticos. Las empresas periodísticas siempre han callado la boca y han bajado la cabeza ante las presiones para qué relevaran a periodistas. Muchos han sido sancionados por orden de los grupos de poder.

¿Este hecho puede marcar un antes y un desprendido en la forma de hacer periodismo?
Sí, si esto sirve para qué dejáramos de tirarnos los trastos y reaccionáramos. Si nos echamos los trastos, iremos hacia la madrileñización de la política catalana y así no progresaremos nunca. Debemos reflexionar sobre lo que ha pasado y respetar el trabajo de los periodistas.

¿El Sindicato cree que Bolaño debería dimitir?
No lo sé. Es una cuestión muy personal. Pero lo que ha hecho está muy mal hecho. Más que dimisión, hace falta una corrección y reflexión. Si dimite, pondrán a otro que hará lo mismo.

¿Fue correcta l’actitud del presidente Montilla al respeto?
No hay conversación privada y más tras saber que las amenazas vienen de la administración. Además, cuando uno de los dos implicados la ha hecho pública, ya no es privada. Se debe hacer un ejercicio de rigor y acabar con este problema.

El hecho que Bolaño llamará al periodista, ¿demuestra que era verdad?
El caso Bolaño es circumstancial. El problema es que pasa a diario. Un ejemplo claro fue el conocido 11-M, cuando la presión del gobierno a los medios por decir que había sido ETA hizo que muchos directores no hicieran caso a sus redactores, que estaban al lugar de los hechos y sabían que no había sido l’organización terrorista.

¿Cómo se plantea ahora el futuro?
El futuro no depende de los periodistas. Nosotros reclamamos, desde hace años, un Estatuto del Periodista Profesional y parece que se acabará esta legislatura sin aprobarse. Lo que queremos es el derecho a la información a través de la libertad de los periodistas.

Desde el Sindicato, ¿creen que esta presión ha llegado a otros medios que no lo han denunciado?
Seguramente sí, aunque no tengo ninguna prueba. Para los poderes públicos y privados, todo vale y es así por qué muchos medios aceptan estas presiones.

¿Hay independencia en los medios por habla de cualquier tema?
Los responsables sí que tienen libertad. Ellos deciden si la libertad de prensa es la libertad de empresa y que es lo que debe publicarse.

¿Los medios públicos están más politizados que los privados?
Con respecto a los públicos, Catalunya no es de los peores lugares del mundo. Todos los gobiernos tienen la obsesión de colocar comisarios políticos y se piensan que ellos son los propietarios de los medios públicos, cuando los propietarios somos todos nosotros.

¿Es difícil marcar la frontera/relación entre los políticos y los periodistas?
Una frontera que tiene nebulosas. Debemos estar cerca para estar bien informados y esto hace que la frontera tenga ciertos agujeros. A pesar de todo, es un trabajo muy difícil de marcar, puesto que hay permanente contacto.

Ahora que se acercan las elecciones municipales, ¿hay un criterio nuevo sobre el establecimiento de cuotas informativas por los partidos políticos en los medios públicos?
Nosotros aspiramos a la supresión de los bloques, electorales. La oposición cree, al respeto, que si no se hacen los bloques el gobierno hará lo que quiera con los medios. Pensamos que se debe creer en los criterios profesionales de los periodistas. El bloque es un absurdo profesional.