El reciente I Congreso de Periodistas de Andalucía ha puesto de manifiesto la existencia de una situación difícilmente tolerable hoy en el ejercicio de la profesión. Las situaciones de abuso laboral, de exceso de horas de trabajo, de contratos en precario, de sueldos de miseria, incluso, de ausencia total de sueldos, de explotación encubierta en fórmulas legales son hoy mucho más frecuentes que hace unos años. Incluso tienen lugar con una desfachatez cada vez mayor en esta profesión que en el resto, que son la inmensa mayoría. Se trata, además, de situaciones a las cuales las administraciones no parecen dispuestas en poner fin y que, incluso, a veces mantienen a base de degenerar o incumplir situaciones largamente establecidas.
Hay diversos motivos que hacen que la oposición de los trabajadores de la información a estos abusos no sea tan contundente como sería necesaria e incluso que el nivel de sindicalización en los medios de comunicación sea muy escaso. Desarrollar una tarea como la de facilitar información a los ciudadanos parece ser que comporta un impedimento para que en esta profesión se ejerza un sindicalismo al nivel de las necesidades existentes.
De aquí que sea necesario crear un instrumento que aglutine a la mayoría de quienes intervienen directamente en la elaboración de los contenidos informativos en sus muy diversas facetas y desde los diferentes medios, empresas y otros órganos de comunicación que existen hoy en día. Este instrumento ha de estar abierto a los profesionales desocupados, como también a las diversas formas de ejercicio de la profesión, debe ser democrático, plural, profesional, de clase, progresista e independiente de cualquier otra organización, pero con relación de carácter especial con las que tienen su razón de ser en el ejercicio de la profesión periodística.
El carácter de los problemas más graves a los que hace frente el ejercicio de informar hace aconsejable que este instrumento sea un sindicato que tenga como objetivo principal la dignificación de las condiciones de trabajo de la profesión. Este sindicato creemos que debe ser de ámbito territorial andaluz pero con una clara vocación de federarse en una organización que comprenda todo el Estado español, por cuanto así lo aconsejan tanto la dimensión alcanzada por las empresas periodísticas que hay hoy en Andalucía como la identidad de los problemas detectados.
A consecuencia de todo esto, la comisión gestora surgida del I Congreso de Periodistas de Andalucía, reunida en asamblea con todos los profesionales de la información que lo han estimado conveniente y con representantes de las asociaciones de la prensa y de la federación que las agrupa en Andalucía, acuerda abrir el proceso de constitución del Sindicato de Periodistas de Andalucía al cual llama a adherirse a todos los que participan directamente en la elaboración de los contenidos informativos de nuestra tierra.