Los trabajadores de Catalunya Ràdio se manifestaron el pasado 22 de abril frente la sede de la emisora para reclamar la equiparación de las condiciones laborales con las de TV3, tal como sucede en otras empresas públicas de radio y televisión, como en RTVE y otras cadenas autonómicas. El comité de empresa de Catalunya Ràdio considera un éxito la jornada de popularización de la equiparación salarial. Durante la protesta se han repartido centenares de panes de Sant Jordi como símbolo de lo que se reclama, que no son migajas.

La reivindicación de la equiparación tiene una década de antigüedad, y toda la legitimidad al formar parte TV3 y Catalunya Ràdio de la misma corporación. Sólo los peculiares orígenes diferenciados de las dos empresas explican una situación que no se da en ninguna otra radiotelevisión autonómica o en RTVE. Que tarea y categorías idénticas o muy similares registren una importante diferencia salarial, apelando a razones de que las empresas pertenecen a mercados diferenciados, no tiene ningún sentido, cuando forman parte de la misma corporación pública y tienen la misma misión de servicio público, ahora reafirmada, por cierto, en la propuesta del Gobierno para la nueva Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals.

El comité, frente al ritmo lento de negociación del nuevo convenio, en cuyo marco se reclama la equiparación salarial, ni que sea progresiva, ha impulsado distintas iniciativas de movilización, que empezaron con el reparto de chapas, pins y lápices con el lema de la equiparación con TV3. Si la posición de la dirección general de la CCRTV sigue inamovible, habrá otras de más importantes.