Tal y como se podía temer, la ponencia que estudia la propuesta de una nueva Ley Electoral en Catalunya defiende mayoritariamente el mantenimiento del sistema de bloques electorales minutados y ordenados en función de la representación electoral conseguida en las últimas elecciones, para elaborar la información electoral en los medios públicos. Este sistema, que no deriva de ningún mandato de la Ley Electoral (la LOREG), sino de la jurisprudencia que a partir de un determinado momento decidió inaugurar la Junta Electoral Central por analogía con el marcado para los espacios gratuitos de propaganda electoral, se dice que deriva de la necesidad de garantizar el pluralismo y la imparcialidad.

Pero este mandato, que ya incluyen la deontología profesional del periodismo y las normas legales establecidas para los medios públicos, no puede identificarse con un sistema que distorsiona los criterios profesionales vigentes el resto del año (y que ya tienen sus mecanismos de regulación y de control) y que más bien consolida la desigualdad en la presentación de las ofertas electorales. Un sistema que, contradictoriamente, no se utiliza cuando se deciden las entrevistas con los candidatos o los debates electorales, donde como parece pluralista e imparcial, se les cede el mismo tiempo.

Por todo ello, el Sindicat de Periodistes de Catalunya/Sindicat de Professionals de la Comunicació hace un llamamiento a los grupos parlamentarios y los partidos políticos para que abandonen esta falsa medida garantista, heredera de la transición política y de la desconfianza crónica de las formaciones en la oposición ante unos medios públicos siempre sospechosos de estar al servicio del gobierno de turno. Situación que, si todavía se diera, exigiría ir al fondo del asunto y garantizar la desgubernamentalización y la despartidización completas de estos medios, que es el objetivo por el cual hemos luchado los profesionales desde hace décadas. Pero no imponer parches que vulneran los derechos profesionales contemplados en la Constitución y que se basan en conceptos periclitados basados en medidas cuantitativas y no cualitativas, que es lo que realmente habría de importar a las candidaturas.

Barcelona, 23 de enero de 2010
SECRETARIA DE COMUNICACIÓ