El Sindicat de Periodistes de Catalunya (SPC), con motivo del 8 de marzo, expresamos nuestro apoyo a la lucha, también nuestra, por la plena igualdad laboral entre hombres y mujeres. En las empresas de comunicación, la precariedad laboral castiga especialmente a las mujeres, puesto que son el núcleo principal del colectivo más desregulado y desprotegido que es el de los colaboradores o periodistas a la pieza. La situación de desigualdad entre hombres y mujeres en el entorno laboral, dónde las mujeres trabajadoras todavía cobran por término medio un 40% menos que los hombres, y donde el 78% de trabajos a tiempo parcial son ocupados por mujeres, no es, pues, un hecho extraño en el mundo del periodismo. Para acabar con esta situación, reiteramos nuestro apoyo a la aprobación del Estatuto del Periodista Profesional –actualmente en una lenta tramitación en el Congreso de los Diputados– y de la Ley de Regulación de los Derechos Laborales de los Periodistas, que tiene como eje esencial la regulación de los periodistas a la pieza. Son herramientas indispensables para la plena dignificació de la tarea periodística y para lograr la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres trabajadores/as del sector de la comunicación. Por otra parte, también denunciamos la permanente situación de discriminación de las mujeres periodistas a las empresas de comunicación, dónde ya son casi la mitad de las trabajadoras pero sólo representan un escaso porcentaje de l staff directivo de los medios.
El SPC quiere expresar igualmente su apoyo al anteproyecto de ley ds Igualdad entre Mujeres y Hombres, aprobado recientemente por el Consejo de Ministros, que fija la obligatoriedad de negociar con los sindicato, a través de los convenios colectivos, medidas de acción positiva que favorezcan el acceso al trabajo de las mujeres y la eliminación de situaciones de discriminación en sus condiciones de trabajo, fijando sanciones con multas de hasta 90.000 € para las empresas que discriminen a sus trabajadores/as por razón de sexo. Consideramos esta iniciativa muy necesaria, pero no suficiente, puesto que sólo fija la obligatoriedad de negociar Planes de Igualdad en las empresas de más de 250 trabajadores y no termina de favorecer la necesària co-responsabilidad en la vida familiar y laboral de mujeres y hombres, puesto que sólo aumenta en ocho los días de permiso de paternidad y no presenta grandes adelantos en las medidas de flexibilidad horaria y reducción de jornada. Este, pero, es un paso importante por parte del Gobierno central para abrir el debate y para favorecer la igualdad entre hombres y mujeres que no debe impedir y que deseamos que el proyecto sea mejorado en su tramitación parlamentaria.
7 de marzo de 2006