La Federación Internacional de periodistas (FIP), organitzación a la que pertenece el SPC, ha pedido una investigación a fondo por parte de la comunidad internacional para llevar ante la justicia a los responsables de la mayor masacre de periodistas -en el ejercicio de su profesión- de la historia reciente.

La FIP pide la intervención internacional después de que doce periodistas resultaran asesinados tras la emboscada de una caravana de vehículos en la que viajaban 36 personas que se dirigían a un acto electoral. La masacre tuvo lugar en Maguindanao, una provincia al sur de Felipinas, por parte de un grupo de hombres armados.

“Este suceso ha conmocionado a los periodistas de todo el mundo”, ha dicho Aidan White, Secretario General de la FIP, quien ha añadido: “Exigimos una respuesta fuerte y urgente del gobierno filipino y de la comunidad internacional”.

Genalyn Tiamzon-Mangudadatu, que iba a registrar la candidatura de su marido a las próximas elecciones a gobernador de Maguindanao, encabezaba el convoy. Los periodistas formaban parte del grupo junto a otros miembros de la familia del candidato.

Un centenar de hombres armados llevaron a cabo la emboscada a los vehículos, trasladaron a los retenidos a una localidad remota y allí los mataron. La mayoría murió tiroteada, otros fueron atropellados por automóviles y decapitados.

Según el Sindicato Nacional de Periodistas de Filipinas (NUP, por sus siglas en inglés), entre las víctimas había 12 periodistas que cubrían y acompañaban a la caravana electoral.

Se trata del día más negro de la historia del periodismo filipino, que en los últimos años –tras Iraq- lidera la lista de los países más peligrosos para los periodistas.