La propuesta de autorregulación del presidente de la FAPE no soluciona los problemas de los periodistas ni garantiza el derecho ciudadano a la información, y confunde a la opinión pública sobre los contenidos y alcance de un Estatuto del Periodista Profesional
La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) urge a los legisladores a que regulen la profesión del periodismo mediante los proyectos de Estatuto del Periodista Profesional (EPP) y de Ley de Derechos Laborales de los Periodistas (LDLP), que ya han sido presentados en el Congreso de los Diputados y que son la única garantía del derecho de la ciudadanía a una información veraz y plural. La demora en aprobar esa regulación está contribuyendo no sólo a deteriorar más esta profesión, sino a la apertura de supuestos debates que, sin más avales que la improvisación y la falta de rigor, confunden a la opinión pública.
Abundan en esa irresponsabilidad las declaraciones del presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), Fernando González Urbaneja, quien ha anunciado la elaboración de un Estatuto propio de autorregulación y autocontrol, con lo que elude el compromiso vigente de su organización con el proyecto presentado en el Parlamento, elaborado por el Foro de Organizaciones de Periodistas (FOP). Todos los estatutos de periodistas vigentes en Europa cuentan con una autoridad reguladora legalmente constituida, y el propio Consejo de Europa recomienda los estatutos de redacción como garantía de pluralidad informativa e independencia profesional de! los periodistas.
El derecho fundamental de la ciudadanía a la información no puede ser regulado por acuerdos entre periodistas y empresas, que no son los propietarios de la información, sino meros depositarios de ese bien ciudadano. La regulación del ejercicio del periodismo no atenta contra las libertades de prensa, de expresión ni de información, sino que, al contrario, impide la vulneración de todas ellas. Por otro lado, está demostrado sobradamente que la autorregulación y el autocontrol que proclama González Urbaneja, no sirven de nada ante las empresas que se siguen negando a aceptar mecanismos de defensa profesional y laboral.
Además, ante el anuncio de que su organización promoverá modelos de contratación base para mejorar la situación laboral de los periodistas, cabe señalar al presidente de la FAPE que carece de toda representación laboral de los trabajadores de la información, que negociamos nuestros convenios colectivos a través de los representantes que elegimos libremente dentro del marco de la democracia sindical.
La FeSP, que representa a los periodistas de a pie que cada día sufren la precariedad laboral que tanto perjudica al derecho a la información de la ciudadanía, espera que el Gobierno y los partidos no se confundan ahora con las declaraciones del nuevo presidente de la FAPE, que lamentamos profundamente y con las que muchos de sus propios asociados, que defienden el Estatuto del Periodista Profesional presentado en el Congreso, están en desacuerdo.
7 de noviembre de 2004