Ante el nuevo modelo de corresponsalías que quiere implantar la CCMA –confirmada la corresponsalia de París y a la espera de una reunión con el presidente de la CCMA para que nos lo explique– , queremos expresar nuestra contundente oposición a un planteamiento que, sin duda, perjudicará claramente el servicio que ofrecen los medios públicos del país.

Nuestra presencia en el exterior, el prisma con que explicamos a los catalanes la realidad de los otros países, es un símbolo indiscutible de nuestra identidad como servicio público. Un tipo de información, rigurosa y muy trabajada, que nos diferencia claramente de otros medios. Y para hacerlo, nuestros corresponsales se mueven, pisan el terreno, lo huelen. En definitiva: están. Y para ser hace falta que sigan trabajando como hasta ahora. El camino que se quiere iniciar con la corresponsalia de París establece un precedente muy peligroso.

Dejar una corresponsalía a manos de una sola persona, y pretender aplicar el mismo modelo a otras plazas como Berlín, menguará el rigor con que se trabajan actualmente las informaciones y supondrá un volumen de trabajo inasumible para el corresponsal, que tendrá que priorizar para que canal trabaja y para cual de sus múltiples espacios, unos espacios con sus especificidades, que no acostumbran a compartir ni siquiera el mismo lenguaje.

Unificar las corresponsalías internacionales también supondrá un agravio para uno u otro medio, especialmente cuando la noticia sea de cierta magnitud e implique hacer múltiples piezas. Por todo ello creemos que querer aplicar este modelo demuestra un absoluto desconocimiento de las rutinas de trabajo de quienes actualmente hacen esta tarea y que, a pesar que ahora sólo se dediquen a un solo medio, tienen jornadas maratonianea: En ocasiones trabajan para más de una sección o programa a la vez y, si se tercia, no descansan el fin de semana para seguir al pie del cañón.

Reclamamos transparencia en todo el proceso para cubrir las corresponsalías. En Catalunya Ràdio habitualmente se hace una convocatoria entre los trabajadores pero llevamos más de un año sin corresponsal en París. En TV3 se han recibido muchas peticiones de voluntarios. En los dos casos parece que la decisión se tomará unilateralmente.

En los últimos años ya se han cerrado corresponsalías internacionales, no nos podemos permitir perder ninguna más ni precarizarlas.

Por todo ello, reivindicamos que se mantenga el modelo actual: con una persona para Catalunya Ràdio y otra para Tv3, que pueden compartir despacho, gastos y todas las sinergías que se quiera, pero manteniendo la calidad del producto que ofrecen ahora la radio y la televisión, algo que necesariamente pasa por tener una persona dedicada exclusivamente a cada medio.

Queremos continuar explicando a los catalanes, de primera mano, que pasa en el mundo.

Sant Joan Despí, 20 de diciembre de 2013

(*) Consejo Profesional de Catalunya Ràdio
Consejo Profesional de Televisión de Cataluña