Consecutivamente, el Parlamento español aprueba definitivamente la nueva Ley de la Radio y la Televisión de titularidad estatal y el Gobierno, a través del Ministerio de Economía-SEPI, mantiene ante los sindicatos de RTVE el llamado Plan de Saneamiento que pretende, fundamentalmente, un durísimo ajuste de plantilla. Son dos actuaciones contradictorias e incompatibles porque la nueva ley propone un futuro mejor para la radiotelevisión pública estatal y el Plan de Saneamiento la desmantelará y la hipotecará negativamente de cara al futuro.

Será materialmente imposible que, con casi la mitad de los profesionales actuales, la nueva Corporación RTVE pueda asumir las amplias tareas de servicio público que le encomienda la nueva ley. Una ley que coincide en lo fundamental con las exigencias planteadas en junio de 2003 por la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) en el documento titulado Por una reforma democrática de los medios públicos. Tanto en lo relativo a la financiación de un contrato programa como a la desgubernamentalización de los órganos de dirección, que hasta ahora ha contaminado toda la cadena de mando.

La realidad de precariedad profesional, laboral y de medios que supone el plan de la SEPI quiere imponerse a la voluntad del legislador de mantener una radiotelevisión pública estatal fuerte, competente y de amplio espectro. Es también un desafío a la soberanía popular que en el Congreso sean aprobadas tres proposiciones no de ley para mantener Radio4 y potenciar la emisora, el centro de producción de Canarias y la estructura territorial de la red y que se mantenga inalterado el plan de la SEPI. El Gobierno tiene que modificarlo sustancialmente.

El plan de ajuste es el triunfo de las tesis más ultraliberales y economicistas del Gobierno y una cesión humillante de los intereses colectivos ante los  de un mercado privado audiovisual en expansión que planifica su futuro a costa del hundimiento del servicio público.  La responsabilidad social del Gobierno y del PSOE  no está, en este caso, a la altura de una sociedad que precisa, con urgencia, más y mejores medios de servicio público, y no menos.

12 de mayo de 2006