Hace más de seis años que lo venimos diciendo: la Ley de reforma de la Corporación Catalana de Radio y Televisión era la más urgente y la más necesaria de las acordadas en el debate sobre el Audiovisual en el Parlament en diciembre de 1.999. No sólo porqué era la que debía responder a las exigencias profesionales y sindicales de los trabajadores de los medios públicos en Catalunya, sino porque estas exigencias estaban en el origen de que se celebrara aquel primer debate monográfico. Y tras el cambio en la Generalitat en 2003 se volvía a poner de actualidad de manera urgente, con más razón que nunca, cuando los tres partidos del gobierno habían defendido un modelo similar de reforma del modelo y de la gestión y el control de los medios de la CCRTV. La transitoriedad de estos poco más de dos año siempre la señalamos como un peligro, pues la mejora del clima profesional en razón de la neutralización mutua dentro del tripartito era muy frágil, puesto que a falta del blindaje de la independencia de los medios de la Corporación, cualquier crisis política podía acabar con el experimento.

Ahora puede haber llegado uno de estos momentos. Mientras y pese a la crisis laboral, en RTVE, sigue adelante en el Parlamento español la Ley de reforma de RTVE, puesta en marcha mucho más tarde que la ley catalana, e inspirada, como ésta, en los principios emanados de las reivindicaciones de organizaciones como el Sindicato o el Colegio de Periodistas, en Catalunya corremos el peligro real de no abordar la reforma de la CCRTV, y de dejar una vez más en manos de la coyuntura política el gobierno y el modelo de los medios de la Generalitat. Los profesionales debemos manifestar nuestra perplejidad y nuestra crítica ante un Parlamento que fue líder en España en la formulación de un modelo de modernización y democratización de los medios públicos, pero que ha sido incapaz de llevarlo a la práctica hasta ahora, en razón de los intereses partidistas y del cálculo político.

Entramos ahora en un periodo agitado de confrontación pre-electoral y las apetencias de controlar los medios volverán a estar presentes. Si no se aprueba la Ley en los plazos previstos (a finales de junio), los medios de la Corporación volverán a estar bajo la presión partidista, y con su consejo de administración, más de representación política que de gestión empresarial, se reproducirán las quejas y protestas de los profesionales por la información electoral minutada y pautada en forma de bloques.

Por esto exigimos de todas las formaciones políticas que sean coherentes con el acuerdo de la ponencia, y que doten los medios de la CCRTV, incluso por interés propio, del margen de independencia y neutralidad que todos afirman desearlos. Si no es así, a la crispación ya habitual en el escenario político, se añadirá la de unos profesionales que se movilizaron ya hace seis años y que no quieren creer que todo haya sido en balde.

Barcelona, 14 de mayo de 2006.