La Federación Internacional de Periodistas (FIP), a la que pertenece la FeSP, ha pedido al mundo del periodismo que eleve su voz en protesta por la presión del gobierno israelí sobre los medios de comunicación tratando de encubrir el conflicto de Gaza mediante el bloqueo de los medios que tratan de informar sobre la situación de crisis que hay en la zona.
La FIP ha informado que otro periodista palestino es la cuarta víctima de la prensa en las recientes acciones militares israelíes en Gaza. Al Eyhab Wahidi, que trabajaba como camarógrafo para la Corporación de Radio Palestina en Gaza, fue asesinado el pasado 9 de enero con su esposa y su suegra, ayer, cuando las tropas israelíes bombardearon su casa en la ciudad de Gaza. Los niños resultaron heridos.
Aidan White, secretario general de la FIP ha dicho que «la manipulación y el control sistemático de los medios de comunicación que tratan de informar sobre Gaza y las bajas que se producen dentro del territorio requieren una respuesta conjunta de los medios de comunicación de todo el Mundo.»
A pesar del fallo de la Corte Suprema de Israel que ordena al Gobierno permitir que un reducido grupo de periodistas pueda entrar en Gaza, el ejército sigue bloqueando la entrada. El mismo día 9, a dos periodistas israelíes y a los canales de la BBC se les permitió acompañar brevemente las fuerzas terrestres israelíes, pero no hay ningún indicio de que el gobierno permitirá el acceso sin trabas a los periodistas en Gaza. La mayoría de las redes de televisión emiten desde una colina fuera de Sderot, y confían en los periodistas de dentro Gaza como sus ojos y oídos. Mientras tanto, Israel brinda a los medios informaciones llenas de gráficos y estadísticas, visitas del sur de Israel y entrevistas con las víctimas israelíes de los ataques con cohetes desde Gaza.
«Hay un cínico intento para que los medios de comunicación cuenten la historia sólo desde la parte israelí», dijo White. «La verdad solo puede garantizarse si los periodistas son libres de moverse, de hablar con todos los involucrados y pueden ver con sus propios ojos lo que está ocurriendo sobre el terreno.» La FIP acepta la esgrimida preocupación por la seguridad del personal de los medios, «pero esto no debe utilizarse como excusa para impedir a los periodistas hacer su trabajo», aseguró White. «Los medios de comunicación deben ser libres para juzgar los riesgos por sí mismos y no verse limitados. Cuando una de las partes toma el control del mensaje, este se convierte en propaganda».