Carta abierta a los diputados del Parlament y a la ciudadanía de Catalunya

La situación social, política y económica hoy en Catalunya es excepcional, y los ciudadanos necesitan ahora más que nunca acceder a una información veraz, objetiva, plural y rigurosa, y disponer de una programación de calidad, indispensables para una buena salud democrática.

Esta oferta también es necesaria para que la ciudadanía pueda ejercer el derecho a decidir libremente y con garantías de escoger la mejor opción: por eso hacen falta unos medios de comunicación públicos como TV3 y Catalunya Ràdio.

– En 2013 TV3 cumple 30 años. Apareció antes de las televisiones privadas con el objetivo prioritario de la normalización de la lengua y la cultura catalanas, y desde entonces cumple, como cualquier otro medio público europeo, la función de garantizar el pluralismo y la cohesión social, así como la calidad informativa y de programación en general.

– TV3 y Catalunya radio forman la CCMA, una de las mejores y más baratas corporaciones de comunicación públicas de Europa. El coste por ciudadano de todos sus canales, emisoras y portales es de unos 35 euros / ciudadano / año. Su presupuesto público anual, de 260 millones de euros, supone aproximadamente el 1% de los presupuestos generales de la Generalitat y es inferior a las necesidades económicas de una semana de Sanidad y Enseñanza.

– TV3 y Catalunya Ràdio suponen una inversión de país para la normalización de la lengua, la difusión cultural y del conocimiento, el acceso universal a los contenidos y la potenciación de la industria audiovisual catalana, incluida la cinematográfica.

– Los medios de la CCMA son un modelo de éxito, referentes a Catalunya desde hace tres décadas, muy rentables social y culturalmente, con un arraigo ciudadano mayoritario. Con un presupuesto de menos de la mitad del de TVE e inferior al de las televisiones privadas españolas, sigue siendo líder en Catalunya y muchos de sus programas premiados y reconocidos en todas partes.

– En 3 años el presupuesto de la CCMA se ha reducido el 25%, el mismo porcentaje que los sueldos de sus trabajadores y de todo el sector público. Se ha dejado de contratar 400 trabajadores temporales, se ha rescindido contratos con empresas proveedoras y se han cerrado canales. Como empresa pública debe gestionarse con transparencia y rigor, pero el debilitamiento de la CCMA sólo beneficia a los grupos privados que no ofrecen un servicio equivalente.

– Adelgazar más TV3 y Catalunya Ràdio es poner en peligro su futuro, quizás de forma irreversible, y el servicio que prestan, ahora más que nunca, a la ciudadanía de Catalunya. Y una televisión sin audiencia no puede cumplir el papel de televisión pública nacional, al servicio de la sociedad que la sustenta.

TV3 ha de ser una televisión de país, no del gobierno ni de los partidos, y los catalanes y sus representantes también tienen el derecho a decidir los medios de comunicación públicos que quieren y que hemos construido con éxito a lo largo de estos 30 años.

Barcelona, 23 de enero de 2013