La compañera Ana Belén García, redactora de la agencia Korpa, murió en un accidente cuando iba a cubrir en Córdoba la visita del Príncipe Felipe; su compañera cámara Lidia U.S. resultó herida grave. Ambas se desplazaban en coche desde Sevilla a la localidad cordobesa de Villafranca para cubrir la inauguración del nuevo gasoducto que une Huelva y Madrid, enviadas por Korpa. Ana Belén García González llevaba aproximadamente un año y medio trabajando en esta empresa pero “no pertenecía a la plantilla de la agencia Korpa, sino que era colaboradora”, según informaron fuentes de la empresa a Diario de Sevilla.
El accidente ocurrió en la mañana del día 20 en la autovía A-4 a su paso por Carmona, cuando el coche de las periodistas se salió de la carretera, volcó y cayó sobre la mediana. El impacto provocó la muerte instantánea de la redactora. Este luctuoso suceso denuncia por sí mismo y una vez más la situación de los periodistas a la pieza, que es especialmente grave en el sector de agencias; donde es habitual que se le exija a los periodistas darse de alta como trabajadores autónomos para evitar la responsabilidad de las empresas. Esto constituye un claro fraude de ley ante el cual la administración mira para otro lado, ya que existe una clara relación laboral con los empleadores.
En el caso de estas dos compañeras, a priori, parecen darse múltiples características para exigir la condición de relación laboral dependiente y demuestra hasta donde es necesaria la sanción de la Ley de Regulación Laboral de los Periodistas que reclama la FeSP y hasta donde la inutilidad de las autoregulaciones y buenos usos que defienden otros.