El titular del Juzgado del Social número 4 de Sevilla reconoce en una sentencia «la explotación y precariedad más absoluta de los reporteros de la prensa rosa», situación que contrasta «con las colaboraciones de lujo de los *contertulianos de esta clase de programas». La resolución judicial es resultado de la demanda interpuesta por los familiares de la periodista Ana Belen García, periodista que trabajaba en la agencia Korpa y que murió en accidente de tráfico mientras cubría una información para esta empresa, que dirigen Paloma García Pelayo y Ángela Portero. El Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) se personó en el caso en el cual los denunciantes reclamaban el reconocimiento de la relación laboral de la periodista con la agencia.

El veredicto del juez fija la máxima indemnización para la muerte de García, que es de 89.673 euros que Korpa deberá pagar a los padres de la periodista. El magistrado destaca en su escrito «las contradicciones entre los amplios márgenes de beneficios de la prensa del corazón y la explotación intensiva de sus periodistas». En la sentencia se reconoce que «la agencia elegía las noticias a cubrir, el orden de cobertura, el tratamiento que se les debía dar y su ubicación» en el medio. También se afirma que «la reportera no disponía de autonomía en la elección de las noticias ni en su tratamiento informativo. La empresa alegó en la vista del juicio que la periodista era free-lance, versión no aceptada por la sentencia ya que la relación «era la propia de un contrato de trabajo por cuenta ajena, indefinido, a tiempo completo y con categoría laboral».

En el accidente en el cual murió Ana Belén García sufrió heridas de diversa consideración una reportera gráfica. El juez considera que las dos jóvenes «trabajaban en un ambiente de alto riesgo debido al ambiente hostil y agresivo con qué se desarrolla este trabajo». Por esto, en la sentencia se condena también a la agencia Korpa «por no disponer de un plan de riesgos laborales y confiar la conducción del vehículo de la agencia a la reportera gráfica que acompañaba la víctima, sin tener en cuenta el grado de tensión, estrés, competitividad, presión empresarial y cansancio en qué desarrollaban su trabajo». Por esto, considera que Korpa «es responsable del accidente de trabajo al no adoptar medidas preventivas para evitarlo». En la resolución se valoran especialmente los testigos en el juicio del decano de la Facultad de Comunicación de Sevilla, Francisco Sierra, y del periodista Antonio Burgos, quien aseguró que estos trabajadores «son la dura infantería de la prensa del corazón».

El Sindicat de Periodistes de Catalunya (SPC) y la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) expresan su satisfacción por esta sentencia porque reconoce las denuncias que desde hace años hacen las principales organizaciones sindicales y profesionales del sector. El SPC y la FeSP esperan que de la doctrina de esta resolución se inspiren los miembros de la comisión Constitucional del Congreso de los Diputados que tienen a sus manos los proyectos principales para la regulación profesional y laboral de la tarea de los trabajadores de la información. La FeSP ha hecho público un comunicado que puede consultarse en esta misma página web sindicat.org.