Un magistrado de Bruselas archivó el pasado 6 de enero, por falta de pruebas, una denúnica por soborno hecha por el Gabinete Antifraude de la Unión Europea (OLAF) contra el periodista Hans-Martin Tillack, según ha revelado su abogado en una conferencia informativa realizada en la capital belga. La decisión judicial ha sido aplaudida por la Federación Europea de Periodistas (FEP) que ha criticado la actuación de la Comisión Europea «de haber intentado mediante acusaciones sin sentido desacreditar a un periodista, su actuación y su trabajo» en el marco de un proceso que además de intentar descubrir una fuente informativa, pretendía «intimidar al reportero y limitar su tarea de investigación sobre la corrupción en las instituciones comunitarias».
El secretario general de la FEP, Aidan White, exige que «se sepa toda la verdad sobre cómo y porque fueron hechas estas denuncias. Es necesaria una investigación independiente. Quien erró y quien actuó irresponsablemente debe asumir las responsabilidades que correspondan y es necesario que se presenten disculpas por esta vergonzosa historia de política y de policía»
Hans-Martin Tillack, corresponsal en Bruselas de la publicación alemana Stern, fue acusado en el año 2002 de sobornar un funcionario europeo. La policia belga hizo registros en su casa y en el despacho incautando documentos, teléfonos y material informático del periodista. En 2007, el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos condenó la actuación de las autoridades diciendo que se infringió el derecho de los periodistas al secreto profesional y condenó al Gobierno belga al pago de una indemnización den 40.000 euros por daños materiales y de 10.000 euros por daños morales.