La Federazione Nazionale Stampa Italiana (FNSI) afirma que «es absolutamente inaceptable que en una sala de un tribunal se amenace a periodistas, a magistrados y a hombres de la cultura que luchan contra la camorra y el crimen organizado. Todavía es más inaceptable que algunos abogados se conviertan en altavoz de estas amenazas, como ha sucedido en Nápoles durante el proceso Spartacus contra la camorra casertana, un hecho que revela un salvajismo que hace temblar. El sindicato de los periodistas lucha y luchará para que lo que sucedió en el vestíbulo del tribunal de Nápoles no se repita nunca jamás». El sindicato de los periodistas italianos informa también que recientemente la Comisión Antimafia ha denunciado como una amenaza real los ataques a personalidades de las instituciones por parte del clan de los Casalesi. Dice la FNSI que «el Estado y las instituciones no pueden bajar la guardia ante estos gestos amenazadores. Debe ser garantizada, sin vacilaciones adicionales ni obstáculos burocráticos, la adecuada tutela para quien, por razones profesionales y por compromiso civil, se encuentra inmerso en estos acontecimientos». Al mismo tiempo, la FNSI reprueba la actitud, que tacha «de alejada de la deontología profesional» de los dos abogados defensores del jefe del clan, y anuncia que se interesará por esta situación en una reunión con el Colegio de Abogados.
El Sindicato de los Periodistas de la Campania y el Ordine de los Periodistas de la Campania expresan su solidaridad con la colega de Il Mattino, Rosaria Capacchione, que conjuntamente con otras personas, entre las cuales hay el escritor Roberto Saviano, ha sido objeto de graves acusaciones por parte de representantes del crimen organizado de Caserta. La compañera Capacchione que desde hace tiempo se ocupa de la información sobre la camorra casertana, últimamente ha sido objeto de amenazas de claro signo criminal, según informa la FNSI en su página web. Durante una de las sesiones del proceso Spartacus, Capacchione fue acusada de haber apoyado con sus artículos la estrategia de la Fiscalía que tiende a condicionar las declaraciones acusatorias de algunos arrepentidos de la camorra. La FNSI y el Ordine, sin querer intervenir en el trabajo de jueces y abogados, ratifica su solidaridad con la compañera Capacchione, «que ha puesto de relieve una precisión profesional ejemplar informante de cuestiones que al mismo tiempo que son muy arriesgadas a nivel personal, reflejan fielmente la veracidad de los hechos. Capacchione sólo ha hecho su trabajo de periodista, ejercitando sus derechos y deberes reconocidos y defendidos en un estado de derecho». En la web del sindicato italiano de periodistas (fnsi) se puede ampliar la información sobre el caso.