La semana del 21 al 25 de enero de 2008 se puede considerar claramente como la semana negra para la independencia de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), que todo el mundo creía que sería la consecuencia de la aplicación de la nueva ley. Pero los hechos no han confirmado esta esperanza. Así, el lunes 21 de enero, una Comisión del Parlamento examinó los candidatos al Consejo de Gobierno de la CCMA, pactados por los partidos y avalados, «por mandato legal», por el CAC (que dice que sólo tenía el encargo de aprobar o no la idoneidad profesional).
El miércoles 23 es la fecha fijada para el primer pleno del Parlament del 2008 que ha de aprobar los nombres de los candidatos, una vez examinados, y los designa miembros del Consejo de la CCMA. El viernes 25 está previsto, en función del pacto entre las fuerzas políticas, que los designados sean presentados al Parlament y tomen el relevo del antiguo Consejo de Administración. Minetrastanto, una información no desmentida asegura que CIU, PSC y ERC han pactado un acuerdo para repartir los directores de Televisió de Catalunya y de Catalunya Ràdio, y el jefe de programas de TV3, entre otros cargos. Esto, cuando según la Ley, el Consejo de Gobierno debe elegir un Director General por concurso público, y, posteriormente, este debe nombrar los directores de la radio y la televisión.
La vulneración de la Ley de la CCMA, que ha tardado ocho años, ha sido constante, favorecida sin duda por las enmiendas introducidas a última hora por CIU y PP, y aceptadas por el tripartito, que desnaturalizaban el nuevo modelo de los medios de la Corporació, al elevar a doce los miembros del Consejo, restringir a los grupos parlamentarios la presentación de candidaturas, y limitar el papel del CAC a la hora de evaluar los aspirantes. Pero en la línea de las lentas mejoras logradas desde el debate del Audiovisual de 1999, se esperaba que los partidos mantendrían el equilibrio de propuestas anteriores al Consejo de Administración y habría algunos candidatos susceptibles de ser el contrapeso de otros marcadamente partidistas. Pero ni esto. La ley, retocada, preparaba el terreno, pero el reparto de sillas previo, por cuota como es tradición, y los nombres aportados superaban todo el imaginable.
Finalmente, y vulnerando no sólo la Ley, sino burlándose de sus propios grupos parlamentarios y del nuevo Consejo de Gobierno , los partidos -o los más importantes de ellos- pueden haber pactado, en secreto y contra toda legalidad, los cargos directivos de los medios de la Corporación. Es una estafa histórica a los reclamos profesionales, sindicales, académicos y sociales, y un paso atrás respecto de las posibilidades de avanzar hacia un modelo de medios públicos independientes, que es lo que los puede prestigiar y asegurar su viabilidad. El espectáculo de estas semanas ha malogrado en gran medida la imagen de la Corporació, y sólo el trabajo y la resistencia de sus profesionales podrá empezar a recuperarla. Desde el sindicato hacemos un llamamiento a organizarla, para evitar intromisiones políticas y repartos a la italiana (lottizzazione), y para encabezar el rechazo social que esta actuación descaradamente partidista merece. Una de las primeras medidas del Sindicato ha sido pedir la intervención del Síndic de Greuges ante la grave vulneración de la Ley que supone el primer Consejo de Gobierno de la nueva CCMA. En la página web del Sindicato se pueden consultar los diferentes comunicados que el SPC ha hecho públicos sobre esta cuestión así como también los que han elaborado los comités profesionales de Catalunya Ràdio y de TV3.