Quedan pocos días para poder parar la aplicación del artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores modificado por la última reforma laboral del PP y CiU, que significaría un recorte unilateral por parte de la dirección de un 7,25% y la desaparición de condiciones básicas de nuestro Convenio, como las franjas horarias y complementos salariales varios para compensar prestaciones obligadas por el trabajo.

Ante esta nueva amenaza, muy real, debemos responder con determinación de lucha, sí, que hemos demostrado sobradament. Pero también con la inteligencia de analizar la situación y ver los pros y contras de cada paso que damos, como plantilla y en la mesa de negociaciones.

Y llegados a este punto, y sin necesidad de aflojar en nuestras protestas contra una nueva propuesta de recorte salarial injusto, ya es hora de presentar medidas alternativas, como propuestas de reducción de jornada voluntaria, prevista en los acuerdos del PAC, o incentivación de permisos no retribuidos. Con el objetivo de revisar algunas partidas para mirar de salvar el esencial de la nave, que en este caso es tener un convenio digno y mantener el sueldo base y la antigüedad.

Por supuesto que lo primero es regular los sueldos excesivos y los pluses injustificados, y reclamar ahorros en capítulos diferentes al capítulo 1 (sueldos y salarios), pero ante el cierre de la dirección y el pulso letal que nos plantea, con voluntad de rompernos las piernas, no podemos, a dos días del fatídico 6 de marzo, negarnos sin perspectiva a reconsiderar aspectos de la nómina variable susceptibles de reducción para salvar lo más básico, en un contexto de leyes laborales que no nos favorece.

Por esto reclamamos que se agoten las posibilidades de negociación, una vez conseguido el periodo de 15 días sin el cual ya estaríamos condenados al artículo 41, para que podamos demostrar, incluso en base al presupuesto ahora actualizado con 7,5 millones de euros más y que no compartimos, que no hacen falta los recortes de sueldo que nos exige la dirección de la CCMA por su tozudez a enjugar en un año el déficit del 2013, generado sobre todo por el descenso en la aportación pública de la Generalitat.

Alentamos por lo tanto a la comisión negociadora, ahora en formato de comité de huelga para justificar este periodo de conversaciones, a encontrar propuestas imaginativas y realistas para no dar argumentos a Brauli Duart para romper de nuevo la negociación acusando a los representantes de los trabajadores de inmovilistas.

Sabemos que sus propuestas son indignantes, considerando lo que hemos perdido desde el 2010, pero hay que tener la cabeza fría para no responder a las provocaciones con actuaciones reactivas, sino con una estrategia serena que busque reunir a la mayoría de la plantilla y garantizar la unidad. Y si negociar es también en parte ceder, hagámoslo con aquello que no sea imprescindible, e incluso perdiendo algo, mirando de salvar lo imprescindible.

MOVILIZACIÓN SÍ, PARA REFORZAR LA CAPACIDAD DE NEGOCIACIÓN

Sant Joan Despí, 4 de marzo de 2014