Un periódico español de gran tirada de nuestro País está ofertando un plaza de corresponsal del diario en de Tarragona; la oferta es para cubrir el vacío que ha dejado el anterior corresponsal que después de catorce años sin contrato y harto de la situación demandó a la empresa reclamando un contrato laboral. Este trabajador fue indemnizado sin llegar a juicio satisfaciendo el monto que hubiera correspondido a un contratado; según se comenta. Con ello la empresa evitó un fallo que sentara precedentes o dejara por escrito con la firma de un juez la situación ilegal del trabajador.

La oferta es tentadora tanto por el prestigio de este periódico en nuestro País y en el extranjero como por su larga tirada. Claro está, se busca un/una periodista de experiencia probada y la oferta de trabajo es la siguiente:
– Tres meses a prueba.
– Teléfono y gasolina por cuenta del corresponsal (hay que hacer km).
– Disponibilidad los siete días de la semana, sin horario.
– Cobro por noticia publicada, sin mínimo garantizado.
– Estar dado de alta como autónomo.
– Posibilidad de contrato en cuatro o cinco años.

Así están las cosas en este País.