La Federación de Sindicatos de Periodistas ante el acuerdo en RTVE
El inicial Plan de la SEPI para RTVE ha quedado modificado sustancialmente después de nueve meses de conflicto y de negociaciones, incomprensibles y descabelladas en muchas ocasiones. En estos meses, la protesta de los trabajadores de RTVE (concentraciones, manifiestos, recogida de firmas, manifestaciones, escritos y huelga de 24 horas) ha impedido que se pusiese en funcionamiento un proyecto para desmantelar la radiotelevisión pública estatal, inasumible desde la dignidad profesional y la responsabilidad social que siempre ha planteado la FeSP como ejes centrales de su actuación. El documento-marco firmado este miércoles 12 de julio con los sindicatos mayoritarios contiene numerosos avances.
La FeSP ha esperado a que terminasen las jugadas de corto recorrido y las maniobras dilatorias para exponer su opinión, aunque nuestra voz se ha hecho oír en las asambleas. Llega el momento de pronunciarse al final de esta etapa después de que los trabajadores hemos hecho casi todo lo que estaba en nuestra mano para rectificar el plan de la SEPI que tanta incoherencia ha provocado en el seno del Gobierno, del PSOE y de sus terminales profesionales, políticas y mediáticas. Llega también el momento de señalar la actitud servil de la mayor parte de los equipos directivos, incluida la dirección General de RTVE, que no sólo no han ofrecido la resistencia que cabía esperar de sus altas responsabilidades sino que han colaborado con la SEPI, activamente o guardando un vergonzoso silencio, incluidos los momentos en los cuales más impresentable era el plan.
La SEPI ha tenido siempre como principal objetivo dejar atada de pies y manos a RTVE ante un mercado privado en expansión. Lo intentó pasando incluso por encima del Parlamento y fracasó. Quiso tenerlo todo firmado el 31 de diciembre, cuando sus posiciones eran tan oscuras como impresentables, y fracasó. Ahora, el documento firmado supone un fracaso para las cuentas de la SEPI en número de trabajadores de la nueva Corporación, en su red territorial (se tiene una consideración especial con Canarias y Catalunya, donde se mantiene Ràdio 4, aunque con recortes, y aparece también el centro de producción de Valencia), en la desvinculación del Coro y la Orquesta (definitivamente estarán en la Corporación y ya no se menciona la creación de una Fundación, rechazada por los compañeros), en sus previsiones de externalización y en su ausencia de proyectos para las nuevas tecnologías de la comunicación. Ni siquiera ha logrado imponer una cuota reducida de producción propia porque deja en manos del Parlamento aumentarla por medio del Mandato Marco y de los Contratos Programa. Unos mandatos que también podrán modificar el escaso tiempo que concede a las desconexiones territoriales.
Una plantilla asumible con condiciones
Finalmente, la plantilla tipo será de 6.400 trabajadores, un 68% de la actual, frente al 55% que proponía la SEPI inicialmente. Consideramos que podría sostener una programación adecuada, especialmente porque las redacciones, el núcleo duro de la producción de contenidos, mantendrán un aceptable número de efectivos, siempre y cuando en la nueva Corporación RTVE se implanten la profesionalidad, la libertad, la independencia y la ética de la información. Desde la FeSP siempre hemos unido mejoras laborales, económicas y profesionales porque sólo todas juntas permiten informar con responsabilidad, dignidad, libertad e independencia. El Plan de la SEPI apuesta por todo lo contrario para los profesionales de la futura Corporación RTVE.
Un ERE pendiente de concretar
Hemos dicho que los afectados debían estar atentos pero no excesivamente preocupados porque el Gobierno quiere fomentar el abandono, no la permanencia. Habrá que estar atentos y mirar con lupa la letra pequeña del expediente. Se retira la obligatoriedad directa porque se confía en que la voluntariedad será suficiente para comunicar las bajas calculadas. También se ha retirado, finalmente, la actualización anual del 2% para igualarla a lo que se dictamine para el sector público y, en cualquier caso, no será inferior a la que se aplique en la nueva Corporación.
¿Un referéndum en vacaciones?
El referéndum, aceptado por todos los sindicatos en RTVE y por la Asamblea Estatal de Delegados, como expresión máxima de participación y democracia no puede ser convocado en la tercera semana del mes de julio. Se anuncia el referéndum cuando dos turnos de vacaciones (comienzos y mediados de julio) están en marcha. Hay que aplazar la consulta si se quiere que cumpla su objetivo: ejercer la responsabilidad individual y colectiva ante un plan de esta envergadura. También debe ser aplazado porque partes sustanciales de este acuerdo marco quedan pendientes de negociación y no pueden recibir un cheque en blanco sin conocer su concreción. Debe ser aplazado o reeditado para cuando estas cuestiones sustanciales queden definidas. Si después de esta etapa todo o la mayor parte es positivo, los trabajadores sabremos reconocerlo y darle el visto bueno. Sólo quienes oculten algo que pueda resultar negativo deben temer a una consulta amplia, con todas las cartas sobre la mesa y con todos presentes.
14 de julio de 2006