Los periodistas italianos de agencias, diarios y páginas digitales de información secundaron el pasado 18 de marzo una huelga de 24 horas, según la crónica hecha por la agencia EFE, para reclamar la renovación del convenio colectivo, que venció hace más de un año. El paro fue anunciado el 17 de marzo por la Federación Nacional de la Prensa Italiana (FNSI), que ya había advertido de su intención de llevar a cabo huelgas «por sorpresa» durante la campaña electoral para los comicios de los días 9 y 10 de abril pasados. La FNSI aseguró que la decisión de la convocatoria de la huelga no se tomó a la ligera y que «había intentado todas las vías» convencer a los editores italianos, agrupados en la FIEG, de la necesidad de mejorar las condiciones laborales y acabar con la precariedad. La FIEG integra a los editores de los diarios, las emisoras de radiotelevisión privadas locales y la Agencia para la Contratación en la Ocupación Pública. La FNSI negociaba desde hacía meses la renovación del convenio, pero el diálogo se encuentra actualmente bloqueado.
«No se puede pedir a los periodistas que reduzcan su autonomía y renuncien a su misión de informar correctamente a la ciudadanía», lamenta la FNSI en un comunicado, en el cual acusa a la FIEG de «manipular a los empleados» y «tratar a los jóvenes periodistas como parias de la sociedad». También critica la precariedad laboral y las escasas remuneraciones a los «colaboradores externos» de los medios de comunicación, a los cuales se han llegado a pagar cifras «de risa, de dos euros por pieza», asegura el escrito. A la huelga del sábado 18 de marzo, siguió una segunda tanda de una semana, desde el 25 de marzo, de los periodistas de televisión y radio, por los mismos motivos.