Ante el nuevo retroceso en la actitud de determinados partidos políticos y de la Junta Electoral Central (JEC) en relación al establecimiento de bloques de información electoral obligatorios y cronometrados en los informativos, representantes de comités profesionales y de empresa de los medios públicos de Catalunya (TV3, TVE, Catalunya Ràdio, COM Ràdio, RNE, BTV, y otras) presentaron en rueda de prensa los motivos de su protesta, para hacerla más entendedora al conjunto de la población y para aliberarla de la falsa visión según la cual los profesionales sólo defendemos medidas corporativistas o de privilegio, cuando lo que hacemos enr ealidad es luchar por una mejor información para la ciudadanía.

Por este motivo el viernes 20 de octubre se hizo una acción de protesta en TVC, a la tarde, con motivo de la llegada de los cinco candidatos a la presidencia de la Generalitat en las elecciones del 1-N al debate electoral de la televisión autonómica. Muchos de los profesionales de varios medios que cubren campaña electoral, con el apoyo de otros compañeros de TV3, lucieron unas camisetas alusivas ante los principales interpelados, los candidatos.

Esta es una batalla que hace tiempo que dura. Hace unas semanas, el consejo de administración de la CCRTV consultó a la Junta Electoral Central (JEC) sobre si el orden de los partidos en entrevistas y debates (pero extrapolable a los bloques electorales en los informativos) debía hacerse según el número de diputados o de votos. La Junta devolvió la consulta diciendo que no podía opinar sin un plan de cubrimiento de las elecciones; plan que el consejo aprobó, por siete a cinco y que rápidamente provocó un recurso de CIU sobre el mismo punto: votos o diputados.

Mientras tanto, la JEC resolvía sobre este tema un recurso parecido pero en sentido contrario presentado contra el acuerdo a RTVE, que optaba por los escaños como baremo. Al fin y al cabo es el que ha animado la protesta de los profesionales de varios medios públicos, algunos de los cuales ya han votado a favor de una huelga de firmas de las redacciones durante toda la campaña, acompañada en sitios como TV3 de la desaparición de la imagen de los cronistas de las noticias. El infantilismo de las fuerzas políticas, que se pelean para ser los primeros en minutos y en apertura de bloques, y los últimos a la hora de pedir el voto en los debates, ha ayudado a reforzar el movimiento contra la intromisión de la JEC y de los partidos, sin ninguna base legal, en la información electoral, que es diferente de la propaganda electoral.

Por otro lado, el Tribunal Constitucional ha paralizado 55 artículos de la Ley del Audiovisual de Catalunya, entre los cuales los que otorgaban al CAC competencias en la adjudicación de frecuencias y potestad sancionadora, y también el referido a la capacidad de vigilancia sobre si los audiovisuales (públicos y privados) ofrecían una «información veraz», que no quiere decir otra cosa que contrastada (es decir, el abecé de la deontología periodística). El TC parece haber sido sensible a la campaña de meses contra la regulación pública del audiovisual, a cargo no de los gobiernos, sino de una autoridad administrativa elegida por consenso parlamentario y con criterios de profesionalidad e independencia.