En relación al comunicado del CAC sobre las protestas profesionales contra los bloques
Como manifestamos en un comunicado reciente, los acuerdos de las Juntas Electorales de Barcelona y Central no impugnaron los criterios de cobertura informativa aprobados por diferentes consejos de administración de medios públicos de comunicación. Por primera vez rechazaron los recursos favorables a la aplicación estricta de los cómputos de tiempos y de orden que la LOREG reserva para los espacios gratuitos de propaganda electoral, a los que indebidamente se remetían hasta ahora las Juntas Electorales.
Ek acuerdo del CAC hecho público hoy reconoce este hecho, pero no se cuestiona por qué debe haber el aval de ninguna Junta Electoral a los criterios aprobados por los consejos de los medios públicos, a quienes los propios acuerdos de las Juntas otorgan libertad para la duración de su información electoral, e incluso para emitir o no información electoral, «siempre que se respeten los principios de pluralismo político y social, así como la neutralidad informativa”» principios estos obligados para todo medio público en todo momento, sea electoral o no.
En cambio el CAC, dando ya por buenos los avances en la flexibilización de los denominados bloques electorales, y obviando que el minutaje, aunque global y modulado de cara a una información comprensible, sigue siendo un encorsetamiento sin justificación ni profesional ni desde el punto de vista del derecho a la información, reclama de los operadores públicos y de los profesionales de estos medios que dejen de ejercer su derecho a la protesta, y también a la explicación correspondiente, porque supuestamente deteriora la credibilidad en los partidos políticos.
Por parte nuestra, y como nos pasa a menudo, no admitiremos que se mate el mensajero y que se esconda que ninguna ley no obliga los partidos ni a los consejos de administración a pactar los criterios de representatividad en base a los últimos resultados electorales, más o menos corregidos, como si se tratara de los espacios gratuitos de propaganda. Los acuerdos de las Juntas Electorales han servido para desvelar que «el rey iba desnudo» y los profesionales, pensando en primer lugar en la ciudadanía, no nos dejaremos encorsetar de nuevo por criterios arbitrarios que, si alguna vez y en algún lugar, han tenido alguna justificación garantista, ante el gubernamentalismo de muchos medios públicos, ahora han dejado de tener ningún sentido.
Barcelona, 8 de junio de 2007