La Vanguardia disfraza de concurso una propuesta a los estudiantes que en realidad consiste en trabajar gratis para el rotativo del grupo Godó. Los responsables del diario lo proponen para un evento concreto, las fiestas de la Merced, en Barcelona. Y vienen a decir que la cobertura de varios actos de los muchos que se harán son para reforzarla y para tener «una mirada más fresca» sobre lo que pasará en la Merced.
Así quieren disimular que el trabajo de hacer textos, fotos y vídeos será gratuita, a pesar de que se publicará en la web del diario, y en el caso de las piezas elegidas, en la edición en papel. Y a pesar de que, como se dice en las bases, «durante unas horas eres depositario de la imagen de La Vanguardia, de la cual recibes una garantía de profesionalidad a la que hay que corresponder», que se reclama que las informaciones sean «verídicas» y que estas se editen de acuerdo con el libro de estilo del diario. Eso sí, se deja bien claro que «los estudiantes ceden en exclusiva a La Vanguardia con carácter gratuito, indefinido y para todo el mundo, todos los derechos de explotación de los textos, fotos y vídeos y, por lo tanto, permiten la publicación, difusión, reproducción, distribución y comunicación pública en cualquier medio de comunicación, apoyo y formato, incluidas las redes sociales».
La iniciativa vulnera todas las normativas laborales y es especialmente grave en tiempo de incremento del paro a la profesión, agravado por los despidos y expedientes de regulación. Y constituye una ofensa en toda regla a los representantes de los trabajadores de un sector puntero en precariedad y que no tiene ningún tipo de protección institucional a pesar de ser el garante de un derecho constitucional tan importante como el derecho a la información de la ciudadanía. Especialmente grave nos parece el aval a esta iniciativa por parte de las universidades públicas y privadas catalanas con estudios de periodismo y comunicación audiovisual. Porque en teoría hace años que son conscientes de las dificultades de absorción del sector del exceso de oferta en estas carreras, como también de la utilización fraudulenta de la figura del estudiante en prácticas para cubrir puestos de trabajo.
Con esta iniciativa se va en sentido contrario a lo que sería necesario, y por eso, atendiendo a la cláusula que se contempla a ese efecto y que dice que «La Vanguardia podrá cancelar, en cualquier momento la iniciativa si así lo estima conveniente o necesario», les invitamos a hacerlo de manera inmediata.
Barcelona, 6 de agosto de 2014