La Sociedad de Redactores del diario francés Le Figaro ha expresado su alarma por las declaraciones realizadas por el propietario del rotativo, el empresario aeronáutico Serge Dassault, que pidió a los periodistas que «fueran con cuidado» cuando escribieran, sobre todo si lo hacen sobre contratos que se están negociando. Dassault, que adquirió el rotativo la pasada primavera, ha provocado un gran malestar en la redacción, como lo demuestra el hecho de que, en la votación que se organizó para decidir si se respondían las consideraciones del empresario, participó el 85% de los periodistas. De estos, el 93% se pronunció a favor de protestar por las declaraciones de Dassault, entre las que figura la afirmación de que «hay informaciones que hacen más daño que beneficio. El riesgo es el de poner en peligro intereses comerciales o industriales de nuestro país».
Los periodistas de Le Figaro consideran que con estas palabras «se ha cuestionado su independencia y va en contra de la legislación que regula el ejercicio de la profesión periodística. En ningún caso se puede permitir que Le Figaro se convierta en un diario militante». Dassault, al margen de este rotativo, controla también la revista L’Express y varios diarios regionales, así como otras publicaciones.