La Sección Sindical del SPC en RTVE, ante la celebración del lleno monográfico del Parlamento sobre medios públicos en Catalunya, quiere denunciar lo siguiente:
1.La manipulación política y falta de pluralidad informativa que sufren los informativos de TVE y RNE, incluidas las tertulias que se ofrecen en toda la cadena, tanto de radio como de televisión.
2.El nombramiento de los cargos directivos en función del gobierno de turno, y de toda la pirámide de mandos, en función de fidelidades personales y políticas, al margen de cualquier mérito profesional. También denunciamos el acceso remunerado a las tertulias de personas próximas o familiares de directivos.
3.La privatización encubierta de RTVE debido a la gestión de grandes espacios de antena por parte de productoras privadas, en detrimento de el trabajo y las ideas del personal de la plantilla. En este sentido, reivindiquemos que Sant Cugat sea el gran centro de producción propia que RTVE necesita, y que Radio-4 tenga un presupuesto propio y no inversiones millonarias y temporales que sólo conducen a hipotecar la programación en manos de grandes estrellas. En este sentido, queremos denunciar el abuso del idioma castellano en Radio-4, una emisora de habla catalana, la primera en el país: nada lleva a pensar, por el momento, que el cambio de lengua haga subir la audiencia.
4.Denunciamos la degradación de las programaciones de RTVE en Catalunya, excepto de excepciones honrosas, y recordemos que una empresa de comunicación pública ha de emitir espacios de calidad, con respeto hacia todos los sectores sociales y hacia todas las minorías.
5.Esta degradación también es preciso adjudicarla a la falta de recursos humanos y económicos con qué se tiene que trabajar, tanto en Sant Cugat como en RNE en Catalunya, una problemática que se está resolviendo con el aumento imparable de la precariedad laboral para los nuevos trabajadores de la casa, la mayoría de los cuales lo hacen sin contrato.
6.EL SPC quiere sumarse a la idea hecha pública por la mayoría de grupos parlamentarios -excepto de CiU- según la cual la programación y parte de la gestión de RTVE en Catalunya debería estar sometida al control del Parlamento de Catalunya, y a la vigilancia y sanciones del futuro CAC (Consejo del Audiovisual de Catalunya) salido de una futura ley del Parlamento. Consideramos que la dependencia exclusiva que nuestra empresa tiene del Ente Público y de las instituciones de Madrid atrasan las decisiones a tomar, perpetuan situaciones enquistadas de orden laboral y profesional y suponen, a menudo, una falta de respeto hacia las audiencias de Catalunya.
Barcelona, 13 de diciembre de 1999