El Consejo de Seguridad de la ONU ha adoptado una resolución por la cual las partes beligerantes consideren a los periodistas como civiles y exige su especial protección cuando están cubriendo conflictos armados. La resolución, adoptada por los quince miembros del Consejo, recoge la condena de todos los «ataques intencionados» contra los profesionales de la comunicación y el personal de apoyo a su tarea en situaciones de guerra e insta a que las partes en conflicto pongan fin a estas prácticas. Especifica que estos ataques son «una violación del derecho internacional y la ley humanitaria» e insta a llevar ante la justicia a sus responsables. Ante esta resolución, conviene recordar el asesinato del cámara José Couso en Irak, a manos de las fuerzas de los Estados Unidos, y que se encuadraría en el tipo de acciones que condena ahora esta resolución de la ONU.