Esta semana ha quedado formalizada definitivamente la nueva mayoría de izquierdas en la Generalitat de Catalunya. De entrada, este gobierno tripartito debería generar esperanzas entre los profesionales de TV3 y de otros medios públicos que reclamamos desde hace muchos años unos medios públicos independientes, plurales y desgobernamentalizados. PSC-CpC, ERC e ICV-EUiA han sido las únicas formaciones políticas que han respondido positivamente al llamamiento de los profesionales por un cambio de modelo de los medios audiovisuales públicos: reforma de la Ley de la CCRTV, elaboración de una ley catalana del audiovisual, reforma de la elección de los órganos rectores de los medios… Tanto es así, que los tres grupos han incorporado este nuevo modelo a su programa de gobierno donde manifiestan la intención de «blindar su independencia y profesionalidad (de la CCRTV) y la de sus medios respecto al gobierno».
Para ser coherente y hacer creibles estos objetivos, y antes de entrar en estas reformas legislativas, creemos que son muy importantes las primeras decisiones y gestos. Por esto, pedimos al nuevo gobierno el nombramiento como nuevo director general de la CCRTV de una persona de perfil nítidamente independiente y profesional, con el máximo consenso político, si es posible incluso de la nueva oposición. Sería bueno también que, mientras no tengamos una nueva ley de la CCRTV, el nuevo consejo de administración reflejara en su composición un carácter más profesional y menos de cuota política que los anteriores.
Como en otras empresas públicas, presumiblemente también en TV3 y en la CCRTV, habrá cambios en los equipos directivos y de cargos intermedios. En relación a estos cambios, algunos de ellos absolutamente necesarios, reclamamos que se hagan con los mismos criterios de profesionalidad e independencia. Por esto, y aunque no rechazamos la llegada de profesionales de fuera de TVC, veríamos muy negativamente un desembarco masivo de cargos de otros medios públicos o privados como los que han sonado histórica y recientemente, muy marcados por sus perfiles partidistas. Creemos que dentro de los propios medios de la CCRTV hay profesionales suficientemente preparados para dirigir esta nueva etapa con los criterios ya citados de profesionalidad, independencia y pluralidad política y social. En una televisión pública catalana independiente, objetiva y desgobernamentalizada, cabemos todos. No queremos cazas de brujas, ni desembarcos, ni cementerios de elefantes como los que hemos visto en otros medios públicos estatales y autonómicos cuando han cambiado las mayorías de gobierno.
No queremos un cambio del control partidista de los medios públicos. No queremos un cambio de directivos fieles a un partido por otros fieles a otros partidos. Queremos que, definitivamente, este sea un país equiparable con las democracias europeas más avanzadas, donde los medios de comunicación públicos son de la sociedad y no del gobierno, se dirigen con criterios profesionales y respetan la pluralidad política y social del país al qual sirven.
Catalunya abre una nueva etapa y con ella también la CCRTV. Como cualquier gobierno, éste debe recibir un margen de confianza, y más teniendo en cuenta que sus declaraciones de intenciones recogen nuestros objetivos históricos. Al nuevo gobierno le pedimos que no defraude las esperanzas de los profesionales y las de una sociedad que aspira a un mejor servicio de televisión pública.
18 de diciembre del 2003