Denuncia la ‘hipocresía directiva’ en Antena 3 tras la muerte de Ricardo Ortega

Tras rendir merecido homenaje a Ricardo Ortega y compartir con su familia, amistades y compañeros/as de Antena 3 el dolor por su pérdida, en la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) creemos llegada la hora del análisis y la reflexión sobre los terribles sucesos de estos días.

Nos duele la muerte de Ricardo y nos indigna la hipocresía de la empresa y de sus directivos. La misma patronal, los mismos gestores que se habían empeñado en marginar y aparcar al ideológicamente ‘molesto’ corresponsal en Nueva York (él mismo confesó a su colega Rafael Poch que, tras recibir varias llamadas de atención, lo cesaron “por una presión expresa de La Moncloa”), se han colgado ahora las ‘medallas empresariales’ del enviado especial asesinado. Sus elogios, adornados con la típica retórica del “mejor reportero” y el “periodista de raza”, suenan huecos y falsos.

La dirección de Antena 3 se ha aferrado a la legalidad formal de la situación laboral de Ricardo Ortega (un fax enviado desde Haití había suspendido su licencia temporal sin sueldo y le había ‘devuelto’ a la plantilla) para esquivar las responsabilidades que le plantea el Comité de Empresa. Pero lo cierto es que el periodista, como recalca la representación sindical, estaba «sin cámara, sin producción, sin teléfono y sin equipo”, es decir, con una “precariedad de equipamiento temible en medio de un conflicto”. Jamás sabremos si un chaleco antibalas le habría salvado la vida. Sí sabemos que se le debería haber facilitado y estaba sin él.

La FeSP no tiene intención de polemizar con Antena 3 sobre sus afirmaciones de que intentó infructuosamente hacer llegar a Ricardo Ortega material de trabajo y dinero. Simplemente, hemos recibido testimonios que relativizan esa versión y que echan en falta una mayor diligencia empresarial para servirse de cauces como la Embajada española o su valija diplomática. Al final, “toda la cobertura que se le podía facilitar desde Madrid” resultó ser insuficiente.

Pero no queremos quedarnos en el simple reproche a empresarios y directivos de Antena 3 Televisión, por merecido que nos parezca. La Federación de Sindicatos de Periodistas invita a sacar lecciones de lo sucedido y propone fórmulas concretas para garantizar a los enviados especiales el máximo respaldo posible, tanto laboral y profesional como en materia de seguridad. Para empezar, y cuenten para ello con la colaboración de la FeSP, todas las empresas informativas deberían aprobar un Estatuto específico para sus corresponsales de guerra o enviados a escenarios informativos de alto riesgo. Es el mejor homenaje que podrían rendir a Ricardo Ortega, José Couso, Julio Anguita Parrado y tantos periodistas que se juegan la vida por asegurar el derecho ciudadano a una información libre e independiente. Que también es, no se olvide, un deber de las empresas de comunicación.

22 de marzo de 2004