Debe garantizarse la independencia de sus miembros y que no sean elegidos como cuotas de los partidos

La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) celebra que el Gobierno central haya acordado por fin la constitución del Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA), un órgano previsto en la Ley General de la Comunicación Audiovisual, de 1 de abril de 2010, que nace para regular el sector y porque así lo establece una directiva de la Unión Europea. España sigue siendo la única excepción entre los 27 países de la UE en esta materia.

Hace poco más de un año, durante el debate parlamentario de esa ley, la patronal privada y algunos medios periodísticos decían que el CEMA era una excentricidad y un órgano censor, innecesario e inexistente en los países modernos. Ahora siguen diciendo, en coincidencia con el PP, que es innecesario, caro y peligroso, pero ya no se atreven a afirmar que no existe en otros lugares porque es falso.

El éxito o fracaso del CEMA dependerá de la independencia de sus consejeros, que debe quedar totalmente garantizada. La ley prevé que esta actividad sea incompatible con otras cuando exista conflicto de intereses económicos, pero para garantizar la profesionalidad e independencia de sus miembros se remite a las incompatibilidades genéricas previstas para los altos cargos de la Administración del Estado, lo que no es suficiente garantía.

Existe el riesgo de que el nombramiento de los consejeros por el Parlamento del Estado se convierta, debido al PSOE y al PP, en un nuevo reparto por cuotas según la afinidad política de los elegidos. Si ocurre esto, el CEMA nacerá muerto. Y motivos para desconfiar existen, a la vista de lo que ha ocurrido con el Consejo General del Poder Judicial, el consejo de administración de RTVE y el Tribunal Constitucional, entre otros órganos.

La Ley Audiovisual quedó muy mutilada respecto a lo previsto, debido a las sorprendentes concesiones que hizo el Gobierno central al sector privado de las televisiones, al facilitar la concentración de medios en pocas manos, lo que perjudica seriamente la pluralidad informativa. Pese a ello, el CEMA nace con importantes competencias, entre otras la de evitar los efectos perniciosos de esa concentración.

Frente al anuncio del PP de que suprimirá este Consejo Estatal si llega a gobernar, la FeSP recuerda que el CEMA se ha creado por mandato de la UE y que una de sus tareas será la de armonizar las normas españolas con las comunitarias.

A pesar del retraso en ponerlo en marcha, y de las carencias con las que nace, la FeSP celebra que eche a andar un órgano que debe impedir los desmanes y atropellos a la ciudadanía que se cometen en la actualidad sin ninguna sanción para sus autores: no respetar los horarios protegidos para los menores, exceso legal de publicidad y publicidad fraudulenta, informaciones manipuladas o contenidos que son rechazables desde un punto de vista deontológico, entre otros.

El CEMA no sólo es necesario porque lo exige la UE y una ley española, sino porque se ha demostrado sobradamente que la autorregulación nunca ha funcionado en los medios audiovisuales. Quienes ahora levantan la voz contra este órgano son los mismos que han incumplido una y otra vez sus propios compromisos de autorregulación.

Junta Ejecutiva Federal de la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP)