El pasado 16 de mayo el periodista y editor José Vidal-Beneyto recibió el Premio José Couso en su quinta edición. En el acto de entrega, celebrado en El Ferrol, Vidal-Beneyto pronunció un discurso en el cual, entre otras cosas expresó que «hoy, la información son muchas cosas y, entre otras, algunas tan dispares como una actividad económica extraordinariamente rentable, como prueba el hecho de que uno de los hombres más ricos del mundo sea realmente el grande patrón de la comunicación en una grande parte del mundo anglosajón, entre otros en los Estados Unidos.»
Vidal Beneyto señaló, pero, que al margen de esa actividad económica y «de manera principal, es un derecho humano fundamental: el derecho a la información, que se declina desde dos prismas distintos. El primero es el de la libre expresión de ideas y opiniones; el segundo, tan importante o más, es el derecho a ser informados que tenemos como miembros de las comunidades en las que la información se practica. Y yo pienso que ese derecho a ser informados y el derecho a expresar la libre opinión de cada cual tienen que hacerse desde la perspectiva doble de una información veraz y de una información plural.»
Para al profesor «veraz quiere decir la transmisión de la información tal como nos llega desde los soportes fiables a los que tenemos acceso. Y plural en doble sentido: pluralidad de la oferta informativa (…) y la pluralidad en el ejercicio de la actividad de informar, que yo llamo «pluralidad endógena» y que es realmente muy difícil». Vidal Beneyto añade que es «muy difícil porque las empresas informativas tienen el derecho, y muchos dicen que el deber, de defender y presentar una línea editorial que, evidentemente, tiene unas opciones ideológicas y políticas».
El último ganador del premio Couso afirma que «el problema es cómo hacer compatible esa opción ideológica editorial con la libertad ideológica de cada uno de los que hacen la información en ese medio. Este es un problema muy difícil que no hemos resuelto, pero que tenemos que estar todos los días intentando conseguirlo». Finalmente concluye que para conseguirlo «es fundamental que los periodistas dispongan de un Estatuto del Periodista. Al igual que es también fundamental que reivindiquemos el derecho de acceso a la documentación pública que alcance todos los acontecimientos capitales de la comunidad a la que pertenecemos».