El Sindicat de Periodistes de Catalunya denuncia una nueva agresión a un profesional de la comunicación mientras desarrollaba su labor. Sucedió el pasado viernes 15 de julio en el puerto marítimo de L’Ampolla durante la fiesta de los correbous. Un grupo de unas veinte personas increpó -y golpeó su máquina fotográfica- a Josep Lluís Sellart, corresponsal de El País amenazándolo de que lo tirarían también al agua si tomaba imágenes de los toros, especialmente de los que caían al agua. El fotoperiodista tuvo que salir por piernas cuando el grupo mostró su intención de agredirlo, escondiéndose en un vehículo de la policia local que fue zarandeado con la intención de hacerle salir. Los agentes lo trasladaron al Ayuntamiento para protegerlo a la espera que se calmara el ambiente.
Desde el SPC queremos poner de manifiesto que esta agresión vulnera el derecho constitucional a la información. Impedir que los periodistas puedan ejercer su tarea es un ataque directo al derecho que tiene la ciudadanía a recibir información veraz. La agresión a cámaras y fotógrafos en la fiesta de los toros no es un hecho aislado, pero también queremos poner de manifiesto que la existencia de un grupito de gamberros no puede manchar el nombre de L’Ampolla ni de los correbous que son seguidos por mucha más gente de manera pacífica. Por este motivo creemos imprescindible que desde el Ayuntamiento de L’Ampolla debería condenarse de manera clara esta agresión a un profesional de la comunicación.
Desgraciadamente hay gente que culpabiliza a los mensajeros de la comunicación haciéndoles pagar la culpa de sus males. Así estamos viendo la presión con la que trabajan los profesionales de la información en el incendio de Guadalajara, o las agresiones que se han producido en las últimas semanas en una unidad móvil de la Cadena Ser en Murcia, a un fotógrafo de Castellón o en Tarragona, hace menos de dos meses, en este caso a un fotógrafo de El Periódico por hacer fotos a un complejo hípico.
Tarragona, 18 de julio de 2005