El Nacional Union of Journalists (NUJ), el sindicato de periodistas del Reino Unido,ha criticado al primer ministro Tony Blair por haberse quejado de la cobertura noticiosa de la BBC sobre la crisis desatada por el huracán Katrina en Estados Unidos. La queja de Blair la ha dado a conocer el magnate de la comunicación Rupert Murdoch, propietario del más importante grupo mediático de Gran Bretaña, entre ellos el cotidiano sensacionalista The Sun y el canal de TV Sky News. Murdoch, en un seminario organizado por el ex presidente norteamericano Bill Clinton,  dijo según las informaciones publicadas que «Tony Blair -quizás yo no debería repetir esta conversación- me dijo ayer que estaba en Nueva Delhi y que sintonizó el Servicio Mundial de la BBC, para saber qué sucedía en Nueva Orleáns. Y dijo que la información estaba llena de odio contra Estados Unidos y se regodeaba por nuestros problemas».

«Las críticas de Tony Blair a la BBC por exponer la división entre ricos y pobres y la lentitud de los servicios de emergencia para llevar auxilio a los pobres de Nueva Orleáns, va más allá del desprecio», ha afirmado Jeremy Dear, secretario general del NUJ, añadiendo que «Tony Blair ha desregularizado la radiodifusión para servir a los intereses de Rupert Murdoch. Su último ataque a la BBC demuestra que aún está del lado de Murdoch». Blair también fue criticado por respetados corresponsales de la BBC, como Martin Bell, quien dijo que el informe de la BBC, realizado por Matt Frei, fue «absolutamente inmaculado» y que si Blair quería enfrentarse a la BBC por este informe encontraría «cero de apoyo». Charles Wheeler, veterano corresponsal de la BBC en Estados Unidos dijo que la cobertura fue «buena y cada vez mejor y mejor» y defendió que el informe fuera emotivo, «Tú debes decirle a la gente lo que sientes y lo que odias. Eso es parte del legítmo reportaje».

Una de las primeras medidas de Tony Blair al ser elegido al cargo de primer ministro, fue enviar al izquierdista ministro de finanzas Gordon Brown, a Estados Unidos donde se encontraba Murdoch, para solicitar su apoyo. Murdoch respondió con titulares de primera página a favor de Blair en The Sun. Murdoch, australiano que se nacionalizó estadounidense para poder adquirir medios de comunicación, despidió a centenares de periodistas durante el gobierno de Margaret Thatcher, de quien fue un ferviente defensor.