Uno de los principales ejes de poder del PP y de su gobierno ha sido la mentira y la manipulación. Sus gestores en RTVE han sido desautorizados y han de cesar inmediatamente en sus prácticas antidemocráticas. No pueden continuar impartiendo órdenes e incompetencia desde los despachos como han estado haciendo hasta ahora. Han de dejar paso a otra manera de actuar, aunque ellos no sean capaces de hacerlo.

Desde el domingo, otra RTVE es posible si el próximo presidente del gobierno cumple los compromisos adquiridos públicamente y en la carta que el mismo Rodríguez Zapatero dirigió a la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP). Exigimos un nuevo modelo de RTVE, que permita a todos los que trabajan obtener la dignidad que siempre hemos defendido. El comportamiento de los nuevos gestores ha de ser radicalmente diferente: ninguna “lista negra”, ninguna represalia política, trabajo para todos según su capacidad, con derechos y deberes e instrumentos democráticos en manos de los trabajadores. Rechazamos cualquier nombramiento que no esté basado en estrictos criterios profesionales. Como ya hemos alertado al nuevo gobierno catalán, no se trata de cambiar fieles a un partido por fieles a otro partido.

Desde el momento que se confirmó el triunfo del PSOE empezaron, en el Pº de Gràcia y en Sant Cugat, los movimientos camaleónicos para recolocarse, de hacer valer pretendidas amistades o ser conocidos de este diputado, aquel dirigente, y hasta afiliaciones sindicales. Sin unos mecanismos que garanticen la imparcialidad de los medios públicos, no se pueden asumir tareas de responsabilidad, si no se ejerce al mismo tiempo la autocrítica permanente, con los correspondientes riesgos. Algunos pretenden que la habilidad para manipular, tanto con el PP como con el PSOE les acredita como unos profesionales, cuando de lo que se trata es de mercenarios. Si los socialistas no tuvieran escrúpulos podrían confiar perfectamente en Urdaci. El mismo servicio harían los Urdacis, ya sean reserva, crianza o vino nuevo. En RNE-Catalunya, Anna Mª Bordas y José Juan Ruiz han sido destacados de la manipulación y la censura de forma grotesca o sutil, gritando a algunos en medio de la redacción o presionándole en la soledad de los despachos. Les han apoyado, dócilmente, los jefes de informativos y de programas y algún editor. La indefensión de muchos trabajadores, a tanto la pieza o con contrato precario les ha hecho vulnerables. A otros simplemente se les ha arrinconado.

En Sant Cugat, para evitar hablar de lo que correspondía, hemos dado protagonismo a la frivolidad. La sección de Política ha sido desarticulada, justo cuando Catalunya hervía y en la calle, todo el mundo hablaba. Siempre que el PP era objeto de crítica se ha tenido que compensar con la aparición de Piqué o algún otro. L’Informatiu Cap de Setmana ha considerado del mismo interés, informaciones sobre la guerra de Irak, la butifarra de huevo o los traginers de Balsareny. Ha reducido al mínimo, por aquello que no fuera dicho, noticias que merecían otro tratamiento. Algún corresponsal ha tenido que hacer noticias escritas por el Editor, mientras redactores de guardia no tenían trabajo encargado. Se ha intervenido en la información de la campaña electoral, además de dar por buenos los bloques impuestos por los partidos. Ningún despliegue especial ni conexión en directo del acto de constitución del Gobierno Catalán, del pleno de investidura, o de los hechos que desencadenaron el anuncio de tregua de ETA. Hechos tan graves como los atentados de Madrid no fueron suficientemente importantes como para ampliar la duración de l’Informatiu Migdia, aunque fuera por la 2, ni para enviar un equipo autónomo. Mucho peor, en la línea de no disgustar a “Madrid”, el viernes, durante la manifestación, había quien intentaba que determinadas pancartas y gritos no llegaran a Madrid. Y al día siguiente, sábado, la jornada de reflexión de más contenido informativo que se haya visto nunca, no se alteró ni un minuto la franja de desconexión de que disponemos.

¿Cómo se puede hacer el guión del Migdia, si el editor llama cada 5 minutos al Jefe de Informativos, desconfiando de los compañeros y esperando ver la información en otros medios “on line” antes que apostar por fuentes propias? ¿De qué dan clases en la universidad algunos? ¿Por qué si está claro que el periodismo no corre por sus venas?

Manipulación cero no es la meta, es el punto de partida. El mal que han hecho es mucho y tardaremos mucho en recuperarnos. Han dejado RNE sin audiencia, confundiendo información y opinión, dando voz solamente a un sector, que no ha escatimado insultos ni mentiras. Han llenado de morbo y porquería los programas de TVE, atendiendo exclusivamente a los índices de audiencia y arrinconado espacios de calidad a horarios para insomnes. Los ciudadanos, que de forma clara y contundente han reaccionado a la mentira se merecen otra RTVE. Los trabajadores también.