El Sindicat de Periodistes de Catalunya rechaza categóricamente, por gratuito y por amenazador, el acto de pintar en la sede de la cadena COPE en Barcelona con referencias a la extinta Terra Lliure, que además representa un ataque indiscriminado que no distingue entre dirección, línea editorial y trabajadores. En toda sociedad democrática, las diferencias deben contrastarse con argumentos y, en el caso de los excesos de la COPE, deberían tener su marco en el ámbito de la discusión sobre el deber de todos los medios de ofrecer información veraz y contrastada, en función del servicio público a que están obligados para satisfacer el derecho constitucional a la información.

Y esto sería más claro si ya existiera a nivel de toda España una autoridad audiovisual y/o de la información que regulara los contenidos de los medios, tanto públicos como privados, en función de una deontología informativa que no puede quedar en un referente simbólico como pasa ahora. Por ello reiteramos la necesidad que se aprueben las leyes audiovisuales y las referidas a los derechos profesionales y laborales de los informadores (Estatuto del Periodista Profesional, en trámite en el Congreso) para dotarnos de un marco más razonable y más en sintonía con lo que existe en los países de nuestro entorno.

Barcelona, 2 de diciembre de 2005