La poca seriedad de la mayoría de fuerzas políticas catalanas, comprometidas en teoría, desde hace seis años, en la reforma de la CCRTV, para dotar a sus medios de independencia, profesionalidad y neutralidad, está a punto de conseguir que no haya tiempo de aprobar esta reforma, debido a la próxima disolución del Parlament y de los últimos atrasos en la entrada de la ley en plenario.

Aun cuando este jueves se inicia en pleno el trámite parlamentario de este proyecto de ley, cualquier obstáculo tecnicista puede hacer imposible que se pueda votar en el último pleno de la legislatura, el 14 de julio, y esto debería interpelar a los partidos políticos sobre los motivos por los ques no han considerado prioritario abordar esta reforma, que era la primera que debía hacerse según los acuerdos del debate sobre el Audiovisual de diciembre de 1999.

Haría falta preguntarles por qué, si sobre el papel están de acuerdo en independizar a los medios de la Corporación del poder político y de la influencia partidista, no lo traducen en hechos de una vez aprobando definitivamente la última reforma legislativa audiovisual pendiente en Catalunya, que ha visto como la nueva ley de RTVE, planteada cuatro años más tarde, se ha aprobado antes de que la de la CCRTV.

Por todo esto, hacemos un último llamamiento a la responsabilidad de los grupos parlamentarios catalanes porque no defrauden una ver más las aspiraciones, no sólo de los profesionales de estos medios, sino de una ciudadanía que, si queremos que aprecie sus medios públicos, debe tener la garantía que no serán correa de transmisión del gobierno de turno ni estarán condicionados hasta la asfixia por criterios partidistas.

¡Nos hace falta a todos la reforma de la *CCRTV, y nos hace falta ya!

Barcelona, 21 de junio de 2006