Carta enviada por el secretario general de la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP), Enric Bastardes, a todos los miembros del Congreso de los Diputados con motivo de la próxima toma en consideración por la cámara española de la Ley de Derechos Laborales de los Periodistas presentada por el grupo de Izquierda Verde (IU-ICV).

Distinguido/a señor/a:

El próximo martes, 21 de febrero, su grupo parlamentario tendrá otra ocasión de mejorar el derecho de la ciudadanía a recibir información veraz, votando a favor de que sea tramitada la proposición de Ley de Reconocimiento de los Derechos Laborales de los Periodistas, especialmente de los que cobran a la pieza y que representan ya casi la mitad de los informadores en activo y sin contrato laboral de ninguna naturaleza, lo que les excluye de los beneficios universales de la Seguridad Social y del Estatuto de los Trabajadores.

Muchos parlamentarios de todos los grupos de las Cortes Generales nos han manifestado, en público y en privado, la necesidad de acabar con este estado de precariedad. No podemos olvidar que la labor de los periodistas afecta al buen funcionamiento de un derecho fundamental -el derecho a la información de la ciudadanía- y que para el ejercicio digno de la tarea informativa es imprescindible proteger a los profesionales de su actual fragilidad, derivada de sus condiciones laborales.

Tanto el actual ministro de Trabajo como sus antecesores han reconocido este diagnóstico de la lamentable situación del sector. Todos los estudios realizados por las asociaciones profesionales y sindicales de España fijan en al menos el 30% el número de informadores que trabajan en condiciones muy precarias e incluso sin ningún tipo de contrato.

Como secretario general de la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) quiero expresarle la importancia de este debate y la oportunidad que tiene su grupo para acabar con una situación a todas luces injusta. Con la esperanza de que dedique a ello la mejor voluntad y los criterios más justos, y mi agradecimiento, reciba un cordial saludo.

Barcelona, 16 de febrero de 2006