El 17 de octubre de 2006, la municipalidad de Filadelfia (Estado de Pensilvania, EEUU) intentaba dos procesos a las municipalidades de París y Saint-Denis (Francia), a la primera por haber entregado la titularidad de la ciudadanía de honor al condenado a muerte afroamericano Mumia Abu-Jamal y a la segunda por haber nombrado una calle en Saint-Denis en su honor con su nombre.

Las cartas a Bertrand Delanoe y a Didier Paillard (los alcaldes correspondientes) proponen un intercambio: El rechazo de los honores a una persona simbólica de la resistencia y de la lucha contra la pena de muerte -un hombre que grita su inocencia desde hace 25 años-, en intercambio de su vida a cumplir en una cadena perpetua en la prisión. He aquí la respuesta de Mumia Abu-Jamal desde el corredor de la muerte, recibida el 17 de noviembre y traducida por el cosimapp.

Respuesta de Mumia a los representantes parisinos:

30 de octubre de 2006
Señor Alcalde,
ciudad de París,
Ayuntamiento.

Querido Señor alcalde, queridos electos de la ciudad de París, he sido informado que usted y sus colegas habéis recibido una carta insultante y un tanto amenazadora pretendiendo que mi proceso jurídico había sido equitativo e imparcial, y que mi condena y mi pena de muerte eran justas.

En lo que concierne la dicha naturaleza «equitativa» del proceso, os invito a leer el informe de Amnistía Internacional sobre mi caso, con el fin de que decidáis por vosotros mismos si el proceso o las apelaciones que han seguido demuestran, incluso de lejos, una justicia equitativa e imparcial. Sólo en los Estados Unidos un juez encargado de un proceso se permite declarar (delante de una anotadora de la corte), «voy a ayudarles a hacer freír al negro»- sin que se le considere parcial, ni no equitativo.

Sólo en América un magistrado de la corte suprema, Ron Castille, puede volverse el Procurador principal en primera instancia, y volver a servir en el mismo caso jurídico en tanto que juez de la corte suprema de apelaciones, sin apartarse oficialmente del caso. ¡Vaya ejemplo de apelación equitativa e imparcial!

El proceso ha sido caracterizado por mentiras de la misma forma que la carta que acaba de seros dirigida. ¿Si el proceso hubiera sido realmente equitativo e imparcial, por qué razón el correo de Filadelfia os propondría un intercambio? Este intercambio, por otra parte, sólo constituye una contra verdad de más, un intercambio mercantilista diabólico que ellos son impotentes de poner en marcha y esto precisamente por ninguna interpretación del derecho Americano o Internacional.

Los autores del correo son mercaderes de muerte que buscan alistaros en su campaña sin que os percatéis de ello, no únicamente para matarme, sino para borrar mi nombre de la faz de la Tierra. ¿De otra forma, por qué se preocuparían de una pequeña calle en Saint-Denis o de la donación de una ciudadanía de Honor por parte de la Ciudad de las Luces?

Os pido respetuosamente que les respondéis: «No».

Gracias

*** Mumia Abu-Jamal, desde el corredor de la muerte