No a un unevo reparto por cuotas políticas
Por un Consejo realmente representativo de la sociedad catalana

Después de haber agotado el plazo fijado por la Ley de la CCMA, se acaba ahora la prórroga para nombrar los integrantes del Consejo Asesor de Contenidos y Programación de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. A diferencia del anterior Consejo, y de la primera versión de la Ley antes de ser enmendada, los miembros no los designarán las organizaciones sociales y las instituciones en función de unos criterios marcados por la propia Ley, sino que deben ser elegidos por el Parlamento por una mayoría de 2/3.

Se trata de una combinación explosiva: nombramiento parlamentario y minoría de bloqueo, un bloqueo al que se puede llegar si no hay acuerdo entre los grupos políticos, de manera que se puede superar otro plazo sin haber creado el instrumento que le falta a la Corporación para completar su arquitectura legal.

Todo indica que un primer desacuerdo reside en el cumplimiento estricto de lo que propone la Ley de la CCMA, a saber, que se elegirán «veintiún miembros entre personas de prestigio reconocido, que deben representar la pluralidad de la sociedad catalana, y entre las cuales deben estar representados, como mínimo los sectores profesionales, los sectores educativos, las asociaciones cívicas, culturales y de usuarios, y los trabajadores de la Corporación.»

Porque siguiendo la perversa tradición que proviene de los nombramientos de los órganos judiciales y se ha trasladado también a la composición de los consejos de administración, consejos audiovisuales y el nuevo Consejo de Gobierno de la CCMA, hay quien insiste a prolongar el descrédito de los partidos políticos y de las instituciones proponiendo un nuevo reparto de cargos en función de cuotas políticas o ideológicas, poco o muy disfrazadas, justamente en el organismo que debería estar más alejado de ellas, porque está pensado para representar a la riqueza y a la pluralidad del mundo asociativo catalán.

En sentido contrario, todos quienes se han sentido estafados por la apropiación partidista de organismos que deben ser por encima de todo plurales e independientes deben lanzar la voz de alarma para que no se malogre un vez más una ley que representaba un avance y una mejora de la anterior, y porque no se reproduzcan las actitudes que van en sentido contrario a la voluntat de hacer partícipes a la sociedad catalana de sus medios de comunicación más importantes, que son públicos y deben hacer honor a tal nombre.

Hacemos un llamamiento por lo tanto a los representantes de todos los sectores sociales implicados en una tarea tan importante como es la información, la educación y el entretenimiento a través de los medios de comunicación de la Generalitat, que reclamen el cumplimiento de la Ley en la formación del Consejo Asesor y exijan rigor y generosidad a aquellas formaciones políticas que todavía no han entendido que el Consejo no puede ser otra instancia de contrapoder político o de colocación de fieles que están en el paro.

Por un Consejo Asesor de la CCMA que merezca este nombre

Barcelona, 16 de octubre de 2008