Los periodistas internacionales desplazados a Egipto han sido objeto de agresiones cuando cubrían las manifestaciones de protesta contra el régimen de Hosni Mubarak en El Cairo.

La policia militar egipcia ha retenido durante cinco horas dos equipos del programa 30 minuts de TV3. El grupo está formado por seis personas. El director del programa, Eduard Sanjuan, ha explicado que se han vivido momentos de angustia. Todo ha comenzado cuando estaban grabando un terrado en un barrio de El Cairo y una patrulla los ha visto y les ha detenido. Los han metido en dos vehículos militares y los ha llevado a un cuartel o una comisaria de algún barrio de El Cairo.

También los enviados especiales de TV3, RAC1 y La Vanguardia han sido agredidos, en algunos casos cuando estaban en comunicación directa con su medio. Es el caso de Joan Roura, de TV3, agredido cuando hacía una conexión en directo para el Canal 3/24. La conexión estuvo interrumpida durante unos minutos y cuando pudo contactar de nuevo dijo: «Me han agredido la mar de bien» y añadió que un hombre con pistola había sido el autor de la agresión aunque no pudo precisar si era un miembro de la policía. Roura explicó también que los extranjeros son objeto frecuente de miradas intimidatorias y que el equipamiento técnico es también un reclamo.

Minutos más tarde de este incidente, el enviado especial de RAC1, Sal Emergui, también ha recibido las iras de los violentos en la plaza de Tahrir. Mientras estaba en directo en el programa Versió RAC1, de Toni Clapés, se ha podido oir como se interrumpía la conexión telefónica. Más tarde el periodista ha podido reanudar la crónica explicando que le habían intentado robar el móvil a puñetazos.

La enviada especial de La Vanguardia, Gemma Saura, ha recibido insultos de los seguidores de Mubarak que la han rodeado y le han robado el teléfono móvil, entre otras pertenencias. También el fotógrafo de este diario, Guillermo Cervera, ha sufrido agresiones.

El SPC rechaza estos ataques y se suma a las protestas de la FIP que, antes de estas últimas agresiones, había protestado por las limitaciones a la prensa y había pedido la liberación inmediata de la periodista belga Maurice Sarfatti, detenida y acusado de espionaje.

Jim Boumelha, presidente de la FIP afirma que «tenemos pruebas claras de los intentos de la policia de intimidar a los medios de comunicación mediante la utilización de la violencia, con la intención de suprimir la información independiente sobre la crisis en Egipto”.