El Tribunal de Apelaciones de Filadelfia, en los Estados Unidos, ha reabierto el caso del periodista Mumia Abú Jamal, miembro de las Panteras Negras, grupo de defensa de los derechos civiles, que fue encarcelado hace 23 años. El día 3 de julio de 1982 fue condenado a muerte después del juicio al que fue sometido por la acusación de haber asesinado a un policía. La revisión del proceso empezará el 17 de enero, cuando el tribunal que se ocupa del caso escuchará los argumentos con los que se intentará demostrar que la sentencia de culpabilidad fue consecuencia de la discriminación racial y de procedimientos defectuosos, según afirman las asociaciones que desde entonces han estado denunciando el caso.
Los abogados de Mumia sostienen que la Fiscalía había retirado ilegalmente a los ciudadanos negros del jurado que decidió su culpabilidad. Otro elemento que aportará la defensa es que el policía murió por un disparo de una arma distinta a la que llevaba el acusado, a quien, además, no se le hicieron las preceptivas pruebas para buscar residuos de pólvora en las manos. También esgrimirá que el juez que dirigió el proceso, Albert Sabo, era, en la época, un reconocido racista. Jamal ha recibido el apoyo, entre otros, del obispo Desmond Tutu, el ex presidente Nelson Mandela, la escritora Alice Walker y el actor Paul Newman.