Los periodistas españoles expulsados por el gobierno de Marruecos participaron en una mesa redonda celebrada en Madrid donde hablaron de la necesidad de poder informar libremente de lo que está pasando en el Sáhara Occidental.

La periodista de la SER Ángeles Barceló afirmó que las acciones del gobierno de Marruecos contra los periodistas españoles son «un problema que afecta a toda la profesión y tenemos que estar unidos sin diferenciar los medios». Barceló mostró su sorpresa porque la ministra de Exteriores del Gobierno central, Trinidad Jiménez, «no se inmutara ante su homólogo marroquí cuando acusaba a la prensa española de informar mal de su país».

Luis de Vega, corresponsal del ABC en Rabat desde hace ocho años y al que Marruecos le ha retirado la acreditación para continuar trabajando en el país dijo que «la libertad de prensa aún debe recorrer un camino muy largo en Marruecos «y añadió que la retirada de la acreditación es un ataque» contra todos los periodistas que están informando en la zona «.

Por su parte, Guillaume Bontoux, colaborar de RNE expulsado de El Aaiún afirmó que las autoridades marroquíes no podían entender «que un periodista francés trabajara para un medio de comunicación español».