El pasado sábado 29 de agosto las páginas de opinión del ‘Diario de Mallorca’ recogieron este artículo enviado por el Sindicato de Periodistes de les Illes Balears (SPIB)

Los poderes políticos, tanto esta legislatura como la anterior, han considerado IB3 como una cuota de poder partidista

El acuerdo del nuevo contrato-programa de IB3 ha evidenciado una mala herida. IB3 no es, como tantas veces nos han dicho, de los ciudadanos, del público que la financia, que la paga. IB3 es de los partidos políticos. Es lamentable, pero se ha visto claro, una vez más, en este contrato-programa que han pactado UM, PSOE y el Bloque. Estos partidos han firmado un talón en blanco para enjugar una deuda acumulada de 170 millones de euros, y han fijado presupuesto para los dos próximos años. El sector periodístico y audiovisual, los profesionales de los medios de comunicación de las Islas Baleares, sin embargo, han sido excluidos de este debate. Política de hechos consumados, pues, que salva una situación puntual pero que no resuelve los problemas que arrastra IB3 desde el primer día. Carta blanca, por lo tanto, a la IB3 que ya conocemos.

La IB3 de la Formula 1, de los Ninja Warrior (…anteriormente conocido como Humor Amarillo), del Chuck Norris, del fútbol que nadie se mira, de programillas de varietés mal copiados de otras televisiones, y de otros muchos pequeños desaciertos, desastres y naufragios diversos. ¿Por qué pasa esto? Seguramente, porque han hecho caso de un principio tan extendido como falso y de consecuencias nefastas. Dicen: «Si esto es muy fácil, de televisión todo el mundo sabe hacer…». Pero claro está, no es así.

Hacer televisión requiere profesionalidad, experiencia, creatividad, innovación constante e imaginación. Y en el caso de un medio público, a estas variables ´hay que añadir veracidad, transparencia, objetividad, imparcialidad, independencia y cierto espíritu formador. Si no haces esto, haces como mínimo, el ridículo. Pero los poderes políticos, tanto esta legislatura como la anterior, han considerado IB3 como una cuota de poder partidista. Sistemáticamente se han excluido a los profesionales independientes, de aquí y de fuera, en la creación y funcionamiento de la radiotelevisión autonómica. La prueba la tenemos en este contrato-programa pactado medio a escondidas entre los partidos del pacto.

Con este acuerdo se prorroga dos años más un modelo completamente privatizado que ha favorecido, a excepción de contadísimas excepciones, dos únicos grupos empresariales: Las empresas vinculadas al empresario Sinto Farrús y el Grupo Sierra. Los dos asumen el 90% de la programación de IB3. Y claro está, aun cuando sea en círculos reducidos, todos los políticos reconocen que sería «peligroso» romper este oligopolio.

Ante esta situación, el Sindicato de Periodistas de las Islas Baleares lamenta, por un lado, la carencia de diálogo. Que los responsables políticos no quieran ni sentarse con los profesionales del sector, periodistas, productoras audiovisuales, trabajadores d´estas productoras, etc. El SPIB, también lamenta que IB3 sea considerada por todos los partidos como un coto infranqueable de Unión Mallorquina (en círculos íntimos y no tan íntimos todos los grupos políticos lo reconocen abiertamente). En este sentido, el Sindicato de Periodistas ha recordado y recuerda que es del todo intolerable que un medio público sea considerado un negociado de cualquier partido político. Ni en broma. Esto es inadmisible y una vergüenza.

Y finalmente, debemos lamentar no haber oído en ningún momento la más mínima autocrítica. Hablamos de una audiencia que hace reír, o llorar (según cómo) y de la calidad y objetivos de una programación que, en general, no responde a lo qué debe ser un servicio público. Lo que nos ha costado hasta ahora a todos los ciudadanos, esto sí que es para llorar. Y rabiar. Por el momento, los políticos que juegan a hacer televisión ya han firmado un talón de 170 millones de euros (Unos 28.000 millones de pesetas, mías, tuyas, nuestras…) para volver empezar de cero. Sin cambiar nada, que es lo más grave.

(*) En nombre de la Junta Ejecutiva del Sindicat de Periodistes de les Illes Balears (SPIB)