El Sindicato de Xornalistas de Galicia (SXG) ha dado a conocer un “pronunciamiento de excepción” sobre el tratamiento informativo del caso de la niña Asunta Basterra. El SXG responsabiliza a las empresas del amarillismo en el tratamiento del caso y les niega la capacidad de “autorregulación” de la que presumen. Para el sindicato, este caso confirma lo que desde hace años se advierte, la precariedad en el periodismo implica una peor información para la sociedad. En su comunicado expresa:

“Ante el tratamiento amarillo y sensacionalista que estos días se dio y está dando, en los medios de comunicación de Galicia y de España sobre el caso de Asunta Basterra el SXG reclama autocrítica y reflexión profunda a los editores de los medios de comunicación y advierte al conjunto de la sociedad y a los representantes de la ciudadanía de que el actual contexto laboral del periodismo es campo abonado para este indefendible modelo pseudo-informativo en muchas más ocasiones.

Si bien no es competencia ni finalidad del SXG adoctrinar por la correcta deontología en la profesión periodística, existiendo otras entidades como el Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia cuya naturaleza tiene que ver directamente con ese objetivo y que ya se ha pronunciado claramente, este sindicato sí debe alzar su voz ante todas aquellas prácticas que contribuyan a hundir en el desprestigio social a esta profesión y a los trabajadores que la ejercen. Existe en la sociedad una visión negativa sobre el periodismo constatada por encuestas y estudios y son situaciones como esta las que contribuyen con fuerza a desprestigiar nuestra profesión, aun más si cabe.

Corresponde al SXG llamar la atención sobre el contexto laboral y empresarial que favorece estas situaciones y que hace que para el trabajador de la información resulte imposible hacer uso de ninguna “cláusula de conciencia” para negarse a hacer las coberturas de casos tan sensibles como este desde los enfoques editoriales sensacionalistas decididos por sus jefes.

Sería por eso enormemente injusto y simplista colocar sobre las espaldas de redactores y periodistas gráficos la responsabilidad única de la indignante y pésima cobertura que se está haciendo del caso de Asunta Basterra Porto.

El rigor debe ser la base de la actuación periodística, y en este caso se han conculcado todas las normas deontológicas e incluso el sentido común. El resultado es paradigmático del que desde hace años venimos advertido desde lo SXG y tenemos como mensaje para la sociedad: Más precariedad en el periodismo implica una peor información para la sociedad.

La gran mayoría de los medios gallegos que más cruentos están siendo en el tratamiento pseudo-informativo del caso llevan tres años con continuos recortes de sus plantillas, presentando ERES, y rebajando brutalmente los sueldos de los pocos periodistas que van quedando en ellos, además de sacar de las redacciones a muchos periodistas experimentados para sustituirlos por otros más nuevos y peor pagados.

La reforma laboral del actual Gobierno central contribuyó notablemente a ese desmantelamiento de la información de calidad así como a hacer casi imposible cualquier reivindicación interna de los profesionales frente a sus jefes. Las prácticas laborales de estas empresas dejan a las claras una falta de apuesta por un modelo serio de periodismo de calidad, reflexivo y de servicio a la sociedad.

En una alocada competición entre medios se está eligiendo un modelo de sensacionalismo, amarillismo, espectáculo y total falta de rigor informativo. Es una elección consciente de los editores y dueños de estos medios que son los máximos responsables de todo lo que se publica, de su rigor o falta de él y del enfoque elegido que se le ofrece a la ciudadanía.

Herramientas regulatorias como el Estatuto del Periodista Profesional, reclamado desde hace años por los sindicatos de periodistas a través del Foro de Organizaciones de Periodistas y rechazado por los principales partidos del Estado, o la creación de comisiones independientes de control del audiovisual podrían haber ayudado a evitar en gran parte este indignante comportamiento de los medios carente de responsabilidad social.

Esa regulación al servicio de la sociedad fue sistemáticamente rechazada y atacada por los dueños de los principales grupos mediáticos y periódicos aduciendo una supuesta capacidad de “autorregulación” que aún, a día de hoy, está por demostrarse y que casos como este revelan que no existe.

El SXG reclama a todos los medios a darse por aludidos por este mensaje, así como por las anteriores del CPXG, de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la USC, de la Asociación Clara Campoamor e, incluso, de los órganos fiscal y judicial e iniciar lo antes posible un proceso de autocrítica y revisión sobre lo que llevan hecho desde el principio de esta tragedia corrigiendo ya este devenir.

Conviene tener presente que los padres de Asunta Basterra están imputados, pero no condenados, y que no es un comportamiento admisible promover un linchamiento público existiendo procesos policial y judicial abiertos.

Asimismo el sindicato quiere recordarles a los trabajadores de la información la importancia de tratar este tipo de temas con la mayor sensibilidad a pesar de la realidad laboral en la que nos encontramos y a tener en cuenta que en aquellas piezas en las que ponen sus firmas se hacen responsables tanto de que el contenido fue elaborado con los debidos procedimientos profesionales de verificación y veracidad como de lo acertado del enfoque que proponen. No sólo es su prestigio individual lo que está en juego sino el de la profesión de la que pretenden vivir.

El Sindicato de Xornalistas de Galicia mantiene hoy, con la misma fuerza de siempre y con todo el sentido, su intención de seguir exigiendo unas condiciones de trabajo dignas para hacer un periodismo digno.”