En Nicaragua se han dictado en menos de un año dos sentencias contra los responsables de la muerte de periodistas. La última es la que emitió un tribunal de este país centroamericano contra Eugenio Hernández, exalcalde del municipio del Ayote (Partido Liberal Constitucionalista), como responsable del asesinato de María José Bravo, corresponsal de los periódicos La Prensa y Hoy en el departamento de Chontales, al este de Managua, capital de Nicaragua. Bravo perdió la vida cuando investigaba unos enfrentamientos por el recuento de votos en Juigalpa. Hernández, según los testigos, culpó a la prensa de la derrota del partido de la derecha nicaragüense. La sentencia le condena a 25 años de prisión.

El mes de abril del pasado año, otro tribunal condenó a 18 años de prisión al autor de la muerte del periodista Carlos Guadamuz y a tres más por el intentp de asesinar al hijo de éste. Guadamuz era el productor y el presentador del programa Dardos al centro, que emitía el Canal 23 del país centroamericano. Las organizaciones internacionales de periodistas han mostrado su satisfacción por las dos sentencias, porqué suponen un avance en la lucha contra la violencia contra los periodistas, de especial gravedad en Nicaragua, según las múltiples denuncias hechas por los profesionales de este país.