La IV Asamblea de Periodistas acordó una serie de conclusiones con las que se ponía punto y final a una jornada de debate sobre la situación de los medios y los profesionales y su futuro. Para los asistentes, la crisis de las empresas periodísticas se enmarca en «un contexto de crisis general del capitalismo» que genera paro y que «además de económica, también es política y social» con «recortes de derechos y libertades ciudadanas, sociales y sindicales».

«La crisis no es del periodismo sino del modelo de empresa que considera la información como una mercancía», se afirma en las conclusiones y se denuncia la «arbitrariedad de los ERE y los recortes salariales que actualmente se producen y que ponen la crisis como excusa».

Las conclusiones constatan «un cambio de modelo de empresa en el que emergen nuevas formas de organización del trabajo periodístico» y se destaca la importancia del «mantenimiento de un modelo de medios de comunicación públicos autónomos y que no obedezcan a los intereses gubernamentales».

La asamblea se solidarizó con la situación de varias empresas que se enfrentan a ERE, recortes salariales y reducciones de colaboradores y afirma que se está utilizando «la crisis como excusa para aplicar políticas laborales claramente regresivas». Se dio apoyo a la publicación Cafè amb llet que «está siendo perseguida por haber hecho un reportaje de investigación y denuncia de presuntos casos de corrupción en la sanidad catalana».

La Asamblea acordó constituir una comisión de trabajo «que desarrollará las conclusiones con el objetivo de que en el próximo encuentro se puedan presentar propuestas mucho más concretas».